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Por más que lo meditó desde que llegó a su apartamento, Jimin no supo con exactitud porque hizo lo que hizo. Incluso aún sentía el golpe de adrenalina recorrerlo de arriba abajo mientras recordaba aquel momento que había presenciado y que había interrumpido.
Ahora que solo faltaban minutos para que Min llegara para impartir su hora y media de clase, estaba que se moría de los nervios. ¿Qué iba a decirle cuando le preguntara? Porque estaba completamente seguro de que Min YoonGi le cuestionaría el motivo detrás de su acción.
— Al mal tiempo buena cara supongo. — Susurró antes de servirse un trago en el mini-bar que tenía en su apartamento y tomárselo de un solo trago. Una pequeñísima mueca se dibujó en su rostro cuando el timbre del apartamento sonó revelando la presencia detrás de la puerta. Suspirando sonoramente se mentalizó que debía abrir la puerta, con paso lento avanzó hasta la puerta y tecleó el código de acceso en el panel.
Min YoonGi le observó fijamente y Jimin sintió unas terribles ganas de salir huyendo. El hombre cuando quería, era capaz de desestabilizar a cualquiera con aquella seguridad desbordante que su cuerpo parecía desprender con bastante facilidad.
— Buenas noches Jimin-ssi. — Mencionó sarcásticamente mientras le veía con una pequeña sonrisa divertida en su pálido rostro. Jimin enrojeció por el bochorno al cual estaba siendo sometido con solo una mirada por parte del contrario.
Quizás Min sentía una especie de placer con solo reducirlo a un manojo de nervios.
— S-Sé que le debo una explicación y que usted... — YoonGi negó mientras entraba al apartamento.
— Veremos la clase con la que tiene problema y luego me dirá el motivo de sus escenita en la entrada del hospital. ¿Le parece eso bien? — Cuestionó volviendo a ser el mismo hombre distante que había visto la primera vez que llegó a clases. Jimin asintió mientras esperaba que el pálido tomara asiento en la misma mesa de la otra vez y desplegara sus carpetas sobre ésta.
Después de cerrar la puerta, Jimin deseó que el tiempo pasara rápido.
...
JungKook se dejó caer en aquella puerta con un gesto cansado claramente marcado en su rostro. Había olvidado por completo que YoonGi impartía tutorías en aquella hora y prácticamente había gastado todo su dinero en un viaje perdido. Sin embargo; la comida que había comprado para ambos no se iba a perder, así que viendo por última vez la hora en su teléfono, decidió esperar sentado en medio del pasillo mientras poco a poco cerraba los ojos.
Esperaba que YoonGi no tardara tanto y fuera directamente a su apartamento.
...
Increíblemente para Jimin, la hora había pasado súper rápido pero aquello en lugar de aliviarlo, lo había dejado deseando que la clase hubiese sido más complicada. Por lo menos con ello, tendría a Min YoonGi concentrado en los libros y en su computador en lugar de estarlo viendo como si fuera un problema en su vida.
