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Jimin se dejó caer cansado en la cama del salón de descanso que proporcionaba el hospital, habían sido las seis horas en quirófano más largas de su vida, demasiada presión y nervios juntos, pero que a final de cuentas habían dado un buen resultado y una vida estaba salvada.

YoonGi había guiado la operación con éxito, en todo ese tiempo Jimin nunca logró distinguir la duda en cada acción ejecutada por el mayor. A diferencia de él, que seguramente se encontraría temeroso de pedir un bisturí, el pálido ordenaba de una forma tan segura.

Ahora entendía mejor porque hablaban tan bien de Min YoonGi.

— ¿Ya estás cansado? — La voz burlona de JungKook se escuchó. Jimin se acomodó de forma que pudiera ver al recién llegado. El menor tomo lugar en la otra cama mientras un sonoro bostezo escapaba de él. — Son las putas dos de la mañana, ¿cómo pudiste aguantar tanto?

— Tu hermano no me dejaba moverme del lugar. — Protestó Jimin sintiendo el cansancio nublar su mente. — Solo quiero dormir y desconectarme del mundo aunque sea, veinte minutos.

— Noté que NamJoon y alguno de los estirados de arriba estuvieron observándolos, me di cuenta que YoonGi-hyung estaba muy tenso.

— No me ha dejado hablarle en todo el día. — Rió el pelinegro. — Durante quirófano nunca me prestó más atención de la necesaria y trató a todos por igual, creo que todos quedaron convencidos de que no hay nada entre nosotros que haga existir una diferencia dentro de las evaluaciones. — Expresó. — ¿Sabes si algo más le pasa a YoonGi? — JungKook frunció el ceño ante la pregunta tan repentina por parte del mayor. — Él ha estado actuando un poco extraño. — Expresó Jimin sintiendo un peso menos sobre él al poder decir aquello. — Lo he notado, actúa curiosamente cuando cree que no lo veo, está muy atento a cualquier cosa a su alrededor.

— No tiene problemas de drogas. — Jimin rodó los ojos. — ¡Pensé que lo dirías! — Se defendió el pelinegro.

— No estás hablando con TaeHyung. — Refutó Jimin con un gesto ofendido. — ¿En dónde está? — Preguntó recordando que no había visto al castaño. JungKook bufó.

— Está en pediatría con Irene y con SeulGi, deberías verlos. — Mencionó negando con la cabeza. — Parecen tres niños jugando a ser padres. — Mencionó. — Y con respecto a lo que dijiste de hyung, si noté que actúa un poco raro, supongo que tiene que ver con que no quiere que se den cuenta que ustedes dos tienen algo, pero... Igual siento que hay algo más que le preocupa, no ha dejado que vaya para el apartamento.

— Supongo que solo está estresado. — Susurró Jimin cerrando los ojos lentamente. JungKook asintió aunque un tanto pensativo. Algo raro estaba pasando con YoonGi y tarde o temprano terminaría por averiguarlo.

...

Hoseok observó con curiosidad el semblante cansado de su mejor amigo, tenía días que no había logrado sentarse al lado del mayor, mucho trabajo y exámenes que revisar, sumado al montón de asesorías que había aceptado de buena forma conceder le estaban pasando una larga factura en su tiempo libre dentro del hospital y fuera de este.

— Hey Yoon. — Saludó amablemente el pelirrojo mientras tomaba asiento frente al mayor de ambos. YoonGi asintió mientras se concentraba en corregir algunos papeles que tenía desplegados a lo largo de la mesa de la cafetería.

— Ho, tiempo sin saber de ti, ¿Jin te mantuvo amarrado a la cama que no podías venir a hablar conmigo? — Preguntó divertido mientras le veía. El pelirrojo rodó los ojos. — Dile que tu enamoramiento conmigo fue hace muchos años y que no éramos compatibles en ningún sentido de la palabra. — Mencionó moviendo las cejas de forma animadamente. El menor bufó.

— Jin ya lo superó. — Mencionó el menor. — ¿Qué tanto revisas?

— Soy tutor de tesis de diez alumnos y cuatro de ellos decidieron hacer sus borradores a mano. — Gruñó fastidiado mientras fruncía el ceño tratando de descifrar lo que había escrito uno de los alumnos. — Supongo que creen que tendrán mi simpatía por esto, pero están ganándose mi odio.

— ¿Y por qué solo tiene tres trabajos? — YoonGi frunció el ceño sin entender. — Mira, ¿acaso no sabes contar o la edad te está pasando factura? — Se burló el menor mientras señalaba los trabajos. — Te falta uno.

YoonGi fingió un gesto de dolor mientras se llevaba las manos al rostro en señal de frustración.

— Iré al estacionamiento para buscar el trabajo que me falta, seguramente lo dejé en el carro. — Susurró cansado. — ¿Puedes cuidarme estos trabajos mientras regreso? — Hoseok asintió mientras tomaba uno y empezaba a leer de forma superficial.

— Puedes ir, yo te espero aquí.

...

Cuando YoonGi llegó al estacionamiento no se sorprendió por lo vacío que estaba, a esas horas de la madrugada nadie del personal estaría llegando al menos que fuera una verdadera emergencia.

Con paso lento sacó las llaves del carro y presionó el botón a la distancia, no tenía mucho tiempo que perder, quería aunque sea plantear sus ideas iniciales para luego, con más tiempo y serenidad revisar y ver qué cosa pudo haber pasado por alto.

Sin tomar mucho en cuenta su alrededor, siguió caminando con tranquilidad, siendo ajeno completamente de la persona que estaba esperándole.

— Doctor Min. — El pálido se detuvo en seco cuando reconoció la voz del familiar de la mujer que había llegado muerta, el mismo hombre que había intentado golpear a una de sus residentes y que le dio el golpe en la cara. — Es un placer volver a verlo, ¿Pensó que lo de la otra vez quedaría olvidado?

Y con aquella pregunta, YoonGi supo que aquello no terminaría nada bien.

.

Hoseok frunció el ceño cuando vio que los minutos seguían pasando y YoonGi aún no regresaba. Por un momento pensó que estaría con JungKook, pero cuando divisó al menor junto a sus dos amigos, aquello simplemente quedó descartado por completo. Tomando cada trabajo, lo metió dentro del maletín del pálido y despejó la mesa, segundos después se levantó de su asiento y sostuvo el maletín negro del mayor.

Bajaría hacia el estacionamiento y descubriría que hacía que YoonGi tardara tanto en regresar.

...

Hoseok observó un tanto intranquilo el desierto estacionamiento, no era una sorpresa para él que estuviera así, por ello le sorprendía tanto que YoonGi no hubiese regresado rápido al cafetín.

— ¿YoonGi-hyung? — Llamó el pelirrojo acercándose al lugar en donde Min siempre estacionaba su carro. — Tardaste mucho y decidí venir a buscarte... — Mencionó explicando su presencia en el lugar, por el rabillo del ojo logró distinguir algún movimiento lejos de él, pero no le dio importancia hasta que vio la imagen frente a él. — ¡YoonGi!

El grito alarmado del menor fue lo que se escuchó en el vacío lugar. El pelirrojo corrió hasta el cuerpo del pálido tirado en el piso, había una gran mancha roja a la altura del flanco izquierdo. El pálido apenas podía mantener los ojos abiertos.

— ¿Hyung? — Preguntó dudoso moviéndolo. Un leve gemido de dolor escapó de los labios del mayor y Hoseok le importó poco el maletín del mayor, cargó como pudo el cuerpo del pálido y salió corriendo hacía los ascensores que manejaba el personal.

Primero se concentraría en atender a su amigo, luego junto a los demás averiguaría que pasó ahí.

...

Disculpen la tardanza, estaba ocupada estos días.

Gracias por leer.

Todas se olvidaron del tipo loco que golpeó a YoonGi menos él, siempre les lance las pistas de la paranoia de YoonGi con su alrededor, pero ninguna lo notó.

¡Hasta pronto!

Him » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora