Escenas Extra de Company

LA VERDAD

Sostengo las gafas de sol, aún sobre mi rostro. Al bajar del uber, miro el hotel frente a mí. No pude llegar por la parte delantera, pues las fans están esperando una señal de Harry, tanto como yo. Han cerrado la entrada principal, así que me toca entrar por la parte trasera. 

Bajo mi maleta antes de agradecerle al hombre que me ha traído. Cierro la puerta, soltando mi maleta para acomodar el paño sobre mi cabeza. Más de uno me mira como si fuera una extraña, pero nadie debe saber que estoy aquí. 

Enciendo el teléfono, el cual  apagué antes de salir de casa para poder despedirme bien de mis pequeños. Mike y mamá cuidarán de ellos. 

No hay señal de Harry aún, no ha respondido a mis mensajes ni a mis llamadas. 

Un pequeño suspiro sale de mis labios al perder la esperanza. 

Y es que ¿Qué mierda hago aquí? ¿Por qué la necesidad de venir a buscar pruebas de infidelidad? 

¿Harry sería capaz de engañarme?

Una botella de vino, encuentros a media noche, risas, reuniones a solas... Todo como una jodida relación, una escondida tras una verdadera. 

Limpio rápidamente la lágrima bajo mis gafas de sol, tomo mi equipaje y camino hacia la puerta que se abre, revelando la imagen de Mitch y de Sarah.

—Lo siento.

Es lo primero que dicen ambos, recibiéndome en un fuerte abrazo que me roba un largo suspiro. Mitch toma mi equipaje, mientras Sarah enreda su brazo en mis hombros y me lleva con ella.

—Mitch, como el mánager de Harry, ha solicitado una copia de la llave de su habitación.- susurra, sacando la llave de entre sus senos para dármela.- Puedes entrar y darte una ducha ¿Bien? mientras el concierto pasa. 

—¿Y él?

Sarah asiente, quedándose callada mientras pide el elevador.

—Él se ha ido al concierto- hace una pausa- Con ella. 

Sólo asiento, agradeciendo en mis adentros por haber traído conmigo estas gafas oscuras, así ninguno de ellos ve mis lágrimas inundando mis ojos. Trago el grueso nudo que se ha formado en mi garganta y trato de tomar aire. 

Al entrar al elevador, en el reflejo de éste, veo como Sarah y Mitch me ven entre ellos, sintiendo pena por mí. Es como si ellos fueran mis padres ahora mismo, como si me hubieran advertido de que, el amor de mi vida me iba hacer esto y ellos sólo pueden sentir pena por su pequeña hija. 

Mitch me abraza sin poder evitarlo más, me aferro a las solapas de su chaqueta, liberando los sollozos que escondí durante todo el vuelo.

Al despedirme de mis hijos, tuve que ser muy fuerte, ellos no podían verme mal. Les dije que papá necesitaba verme y no los podía traer porque ellos deben ir al colegio. Al abrazarlos, solté un suspiro de preocupación. 

Al bajar del avión, un idea cruzó mi mente, pensé que quizá todo esto era un plan. Uno que se le ocurrió a Harry quizá para hacerme una cena romántica, pero al ver a Sarah y a Mitch preocupados, descarté de inmediato esa idea. 

—No sé qué decirte, Anna.- susurra Mitch- Si hubiera sabido antes de esto, te juro que no se lo hubiera permitido.

Sólo asiento, pues las puertas del elevador abriéndose, no nos permiten seguir con la conversación. Ambos me llevan a la habitación del final del pasillo, me entregan la llave y me dejan entrar.