Reece Bibby: El EP

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Reece y yo estamos en su cama, su cabeza descansando en mis piernas, mientras acaricio su cabello. Siempre me ha gustado su cabello, es tan suave, largo y rubio, me gusta hacerlo enojar diciéndole que me van más los castaños como Blake, pero sabe que lo digo de broma, es como mi hermano.

—Lena, estoy nervioso— confiesa. Se gira sobre mi regazo, atrapa mi mano para darle un beso en la muñeca, haciéndome suspirar.

—Lo sé, Reece. Pero no te preocupes, todo saldrá bien, ya lo verás— baje mi rostro, acercando mis labios a los suyos y dejando un suave beso en ellos.

—Pero... ¿y si no les gusta? — pregunta más para el mismo que a mí— No sabríamos manejarlo, esto es muy importante para nosotros— siento sus manos en mis caderas y luego las recorre hasta rodearme en un abrazo, escondiendo su rostro en mi abdomen.

—Ustedes son los mejores cantantes del mundo amor, el EP será todo un éxito.

—Lo dices porque eres mi novia— ríe y sale de su escondite para mirarme con ojos brillosos.

Sus ojos son mi cosa favorita en el mundo, me gusta mirarlos cuando decide quedarse a dormir en mi apartamento o yo en el suyo, justo a las 7 de la mañana cuando el sol se cuela por las pequeñas rendijas de las cortinas que no alcanzan a cubrir toda la ventana, justo en ese momento cuando el sol pega directo a su atractivo rostro somnoliento, y lo hace despertar, sus ojos toman un color verde más claro, casi esmeralda. Acompañados de una linda sonrisa perezosa.

—Lo digo porque es la verdad, no hagas tan cosa como menospreciar el trabajo que han hecho juntos y que tanto les ha costado conseguir— replique, volviendo a acariciar su cabello.

Reece cerro los ojos, disfrutando de mi tacto. Le gustaba que acariciara su cabello porque lo relajaba y estos días había estado tan nervioso y emocionado por el lanzamiento de EP, después de cuatro años de que se formo la banda. Blake y George también han estado muy nerviosos, por eso se fueron hoy a tomar unas copas antes de el lanzamiento de mañana, Reece por el contrario decidió sorprenderme en mi apartamento con bolsas de comida y golosinas para pasar el rato, una noche de películas entre mis brazos, mientras le hago mimos.

—Soy tan afortunado de tenerte conmigo, Lena— con cuidado de no aplastarme o lastimarme, se incorpora y junta nuestros labios en un beso intenso.

—Yo soy la afortunada— digo cuando nos separamos en busca de aire— soy afortunada de amarte y de que me ames. Amo a mi chico famoso que se convierte en una alocada estrella junto a sus hermanos cuando esta en el escenario y amo a mi novio, el chico cursi y cariñoso que nunca me ha abandonado.

—Y nunca lo haré. Te amo

—Te Amo— susurré, antes de volver a besarlo yacurrucarnos de nuevo en la cama.

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