Totalmente diferente || SasuHina

25

Hinata ahora salía de una tienda de joyas, más específicamente objetos para crear su propia. Era realmente perfecto para ella, así demostraría completamente sus sentimientos hacia Sasuke.

Ya no era un secreto, ¿Acaso lo fue?. Se preguntaba ella misma, cuando evidentemente los demás notaban ese cariño que tenía como bien Hinata hacia Sasuke y viceversa, sin embargo, ella tenía sus dudas sobre si el Uchiha estaría dispuesto a entrar en el tema del amor...

"Hinata-chan... Nuevamente te encuentro saliendo de una tienda de... Joyas."

Decía Sakura frente a ella con una sonrisa.

"Qué sorpresa. Últimamente se ha vuelto más popular, como en los viejos tiempos."

Hinata miraba curiosa a la Haruno.

"Ven, te invito a almorzar."

Jalando del brazo a la Hyūga, la adentró a un local común, un restaurante.

"Debes esforzarte más y apresurarte. Aunque viniendo de Sasuke no creo que esté con alguien fácilmente. Tienes las de ganar."

Hinata asintió. Su rostro permanecía más neutro de lo normal.

"No me mires así, solo apresúrate, Hinata. Incluso hay chicas que vienen de otras villas para hablar con el y Naruto."

"Eh..."

"¡No solo digas "eh" es realmente importante!"

Decía mientras movía lentamente su comida con una cuchara. Hinata no pensaba revelar esas escenas algo... Cariñosas con el Uchiha, sin embargo, realmente dudaba sobre si sus sentimientos serían correspondidos.

(...)

"He terminado..."

Exclamó, mirando aquella argolla. Era el símbolo del clan Uchiha y el del Hyūga detrás de él. ¿Era algo indirecto? Sí, era algo preciado para ella y añoraba ver que lo utilizara.

"Solo espero que mis sentimientos lleguen a él. ¡Debo entregárselo!"

Mirando el cielo oscuro, se detuvo al bajar las escaleras, volviendo a subirlas con un poco de arrepentimiento.

"Pero, ¿De verdad llegarán a él? Quizás mañana, es muy tarde."

De imprevisto, volvió a bajar las escaleras, hasta llegar al pequeño jardín central que tenía el clan.

"No, será mejor que se lo dé ya."

Una vez más, pensaba devolverse.

"Quizás mañana..."

"No, hoy."

Se detuvo en el pasillo, manteniendo su mirada en el suelo.

"Apresúrate y dile lo que sientes."

Una voz familiar para ella la sorprendió. Era su hermana menor, Hanabi.

"Hanabi, ¿Por qué no dijiste que estabas ahí?"

Decía con su ceño fruncido, mirando hacia el jardín.

"Ver a una chica sufriendo de amor es divertido."

Decía la joven, sentada en una especie de piedras con sus brazos en su cabeza, para después saltar y acercarse dónde estaba su hermana.

"Esa no es la forma en la que debería hablar una niña."