Totalmente diferente || SasuHina

23 Maratón (2/3)

Caminaba despacio por las calles de su aldea, ahora se sentía extrañamente renovada, incluso ahora justamente iba con un girasol en su mano, su destino nuevamente era el cementerio.

"¡Hinata-chan!"

Extrañada volteó a su llamado.

"Dime..."

Había reconocido inmediatamente esa cabellera rosada.

"Hinata, debemos hablar. ¡Por favor!"

Mirándola directamente, negó.

"Lo siento, Sakura. Estoy ocupada ahora mismo."

Dijo mirando el girasol en sus manos. Sakura igual lo miró.

"¿Para quién es?"

La Hyuga volvió sus órbitas a las de la Haruno. Extrañada por su comportamiento, se suponía que estaban mal, la última vez que se vieron fue... Problemática.

"¿Realmente te interesa?"

Preguntó tratando de no sonar brusca, pero desafortunadamente para la Haruno lo fue, tomando un aspecto deprimido.

"S-Solo quiero h-hablar Hinata..."

"Es para Neji, después hablamos, Sakura."

Terminó diciendo, dándose la vuelta para retomar su destino. Sakura ahora la miraba alejarse, sintiendo emoción al saber que podría hablar con la Hyūga y algo de tristeza por la anterior pérdida de Hinata.

Ahora sin interrupciones, terminó por llegar al cementerio, justamente en la lápida de su primo de nuevo.

"De nuevo estoy aquí..."

Rió para suavizar su dolor en el pecho.

"Es i-inevitable llorarte..."

Se sentó, recogiendo sus rodillas. Ahora decidió brindar respetos hacia su primo en silencio. Estaba literalmente sola, como ayer. Había tratado de pasar desapercibida por los demás y lo había logrado, solo ahora lo hacía pues no quería distraerse de lo que realmente quería hacer. Después de un rato con sus manos juntas y ojos cerrados, volvió hablar.

"Traje este girasol, sabía que te gustaban y quise traerte uno, Neji-niisan..."

Hablando sola, frente a una lápida, buscando tema y encontrandolo para hablar. Sabía que después no tendría tiempo, pero incluso necesitaba hacer una cosa más para estar en paz consigo misma.

"Lamento irme, neji-niisan, tengo que hacer otra cosa. Quizás mañana pueda venir. Adiós..."

Levantándose y limpiándose el resto de polvo en su ropa, se dirigía a la salida con paso calmado. Tenía que hacerlo, deseaba hacerlo. Solo con suerte podría encontrarlo, ella mismo sabía que era muy hiperactivo y no se podía quedar quieto. Caminando nuevamente por las calles, fijándose en dónde podría estar, para su suerte lo encontró después de media hora. Estaba caminando cerca del riachuelo que cruzaba la aldea.

"¡Naruto-kun!"

Aquél grito llamó la atención del mencionado.

"¡Hinata-chan! Has vuelto... Que alegría, dattebayo."

Hinata sonrió amablemente, juntando sus manos.

"Naruto... Quiero decirte algo..."

Naruto se sorprendió, pero de igual manera asintió energéticamente. No negaba que se había emocionado.

"Si deseas, podemos seguir caminando."

Propuso la Hyūga, después de todo era corto.

"Bien..."