Totalmente diferente || SasuHina

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–¿Sakura?

Sus ojos estaban abiertos al encontrarse con más de 2 personas en la misma sala. Queriendo no acertar en lo que podría ser.

Lo dudaba y no quería creerlo si fuera así, él prácticamente estuvo todo el tiempo con ella, desde el inicio

–Naruto...

–Dios, Sakura, ¿Que ha pasado aquí?– preguntó, acercándose a ella para acomodarla en la cama.

–No es lo que piensas... Solo son otros casos que no tienen que ver conmigo... Y respecto a eso...– Sakura bajó su mirada, preocupando más al rubio.– Estoy embarazada.

Prácticamente, Naruto solo abrió lo más que pudo sus ojos azulados, agarrando su rostro, esperando la mirada jade de su esposa.

Sí, estaba feliz, sentía esa felicidad crecer y crecer en su pecho. ¡Iba a ser padre!

Pero eso fue disminuyendo al caer en cuenta que la situación no era como debería ser... Sakura está enferma, algo sin negación, pero acaso...

–S-Sakura... No te imaginas lo feliz que esto, 'ttebayo... Pero, ¿Por qué estás así? La vieja Tsunade pudo haberte ayudado, ¿No?– Preguntó, agarrando de los hombros a su mujer, obligándola a que le mirase.

–No... Es relativamente eficaz tener consigo la planta medicinal, Naruto... Desde ayer el dolor no me ha dejado y... He estado sangrando, podría perder al bebé.– Hablaba, casi entrecortandose cada vez que lo hacía.

–E-Entonces... Si o si necesitas esa planta...– Habló, para después quedarse en total silencio, llamando la atención de Sakura.– Iré yo mismo a por ella, dattebayo.

(...)

–¿Naruto?– Preguntó Sasuke, llamando la atención del mencionado como de Hinata.

–Tengo permiso de Kakashi-sensei.– Respondió, sonriendo.– Es mejor que nos apresuremos.

–Naruto-kun... ¿Cómo está Sakura-san?– Preguntó, mientras todos tres caminaban a la par.

–Ahora está un poco estable, puede recibir visitas pero extrañamente se desangra y... Sakura está... Embarazada.

Todos tres se quedaron en silencio, incluso Hinata se detuvo al oír eso.

–¿Hinata?– Preguntó Naruto, girandose para verla, pero ella solo mantenía su mirada baja.

Pero solo unos segundos faltaran para que volviera en sí y corriera al medio de ambos.

–Felicidades, nuevamente.– Habló Sasuke.

–Sí, Naruto-kun debe estar feliz... Ten por seguro que lo lograremos y tu hijo estará bien.

–¿Hijo?– Naruto preguntó, mirando a la Hyūga casi emocionado.

–¡Oh! Uhm... Solo fue una intuición.– Respondió nerviosa, realmente no tenía ni idea de lo que podría ser.

–Bien, es hora de empezar con esto. Sasuke, Hinata... ¿Podrán seguir mi ritmo?– Ambos sonrieron competentes.

Después de todo, Naruto trataba de dejar el tema de Sakura a un lado por al menos ese momento. No era bueno preocuparse demasiado, tenía que lograrlo y así será.