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–He llegado.– Anunció, manteniendo su mirada conectada con la de ella, junto con una sonrisa.

Estaba feliz, se sentía tan bien cuando estaba con Hinata... Era algo indescriptible que venía sintiendo desde que volvieron hablar.

La noche ayudaba demasiado a estar cómodos, pues casi nadie rondaba por ahí.

Parecía cómo si observara dos lunas; siempre le habían llamado la atención esos ojos sin pupila, pero no los de cualquiera, sino los de ella. Los de Hyūga Hinata.

Era extraño y confuso.

Con el pasar del tiempo, cuando mantenían cerca, pudo ser testigo como ese inusual brillo aumentaba, ¿Era el único en percibirlo? Antes sabía que tenía una mirada incapaz de irradiar felicidad o confianza, parecía... Vacía. Siempre que pudo, mantenía observandola, sabía que era alguien importante, sabía que tenía todo lo que él deseaba en ese entonces...

Una familia, pero no cómo el imaginaba en ese entonces.

Aparentemente ella parecía triste, parecía incapaz y temerosa... Pero ¿Por qué?

Tantas preguntas y la curiosidad aumentaba en él.

Por eso mismo se acercó con la intención de conocerla profundamente o eso pensaba mantener. Sucedió el trágico momento de su clan, causado por su propio hermano y al solo recordarlo a él, también traía consigo ese recuerdo tan... Importante, de alguna manera.

¿Itachi estaría de acuerdo que él estuviera con Hinata?

Hyūga y Uchiha...

Claro que sí, ¿Por qué no lo estaría? Él era feliz con ella, él estaba bien a su lado. Sino hubiera sido por el suceso, él lo sabría, aunque su hermano ya lo sospechaba desde ese entonces, quería suponer.

–¿Qué haces?– Preguntó, asustando al pequeño, quién cayó sentado.– ¿No te ha dicho mamá que es de mala educación espiar a las chicas?

Ahí pudo sentir lo que realmente era la vergüenza en ser pillado en algo que no admitiría fácilmente si le preguntaran.

–Nii-san... Solo estaba...– Tartamudeaba, mirando de vez en cuando en la dirección que estaba la pequeña Hyūga entrenando.

–Es linda... Pero ¿te gustan las chicas de cabello corto? No lo sabía.– Sasuke se convirtió en lo que más amaba, es decir, un tomate viviente, causando suaves risas en él mayor. Mientras Itachi también miraba.

–¡No! ¡No me gusta! M-Me gustan l-las chicas de cabello largo.– Itachi se agachó a la altura de Sasuke, sorprendiendolo por tal cercanía.

En el fondo, temía ser descubierto por la chica, pero a la vez sería capaz de comenzar hablar con ella desde ahí.

Eso no sucedió.

–No hay problema con eso, es normal que te gus– De la nada, montón de hojas rodearon a los hermanos seguido con unos chillidos. Ambos quedaron extrañados, pero decidieron ignorar aquello.

Seguramente era una fan loca tanto de Sasuke como de Itachi, aunque está vez se trataba de una fan del Uchiha menor.

Se trataba de Haruno Sakura.

–Solo me da curiosidad, Nii-san...– Itachi sonrió, levantándose y dándose la vuelta. Sasuke giró nuevamente sus ojos hacía dónde supuestamente estaba la pequeña chica de cabello corto.

Lastimosamente, ya no lo estaba.

Se la volvió a encontrar después, convirtiéndose en amigos sin dudarlo, él inconscientemente cuidaba de ella y ella hacía lo mismo...  Todo era recíproco, hasta que no se volvieron a ver. Todo se había acabado.

Totalmente diferente || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora