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Han caminado varios kilómetros, casi lejanos al país del fuego. Era realmente importante, tanto para Hinata cómo para Sasuke, más cuando ella se veía involucrada en ella.

Tenía que ser para su futuro, para ella y para su clan. Eso él muy bien lo sabía.

Los momentos que pasaban juntos en el transcurso de la misíon, ayudó de más para volver a ser los mismos, aunque realmente se consideraban... ¿pareja?

Sasuke no se lo ha propuesto a Hinata, es decir, ambos saben de sus sentimientos, pero no se ven en la necesidad de formalizarlo o... Bueno, al menos él sí.

-Maldición.- Murmuró, mirando a la Hyuga caminar frente suya, sujetandolo de su única mano.

Sentía la impotencia invadir su cuerpo, al parecer para el Uchiha es difícil proponer aquello.

-¿Uhm?

Se silenció, ignorando la mirada de soslayo de la ojiperla.

Ahora mismo ella se veía más decidida que nunca, estaban de vuelta a su aldea natal, e incluso recuerda la escena cuando ella se aclaró. 

Todo iba de acuerdo a la misión. Y ella destacó del todo. Sus palabras, sus decisiones por el bien de sus cercanos. Había caido en cuenta que estaba enamorado de Hyuga.

-Suficiente, lo he entendido, deseo que detengamos todo. Tengo lo necesario, Sasuke-kun- Especuló Hinata, estando de pie frente a un santuario poco común de los Hyuga, mejor dicho, los Ōtsutsuki.

-¿A qué te refieres, Hinata?- Preguntó el Uchiha, observándola detenidamente.

-Todo cambiará por el bien de todos. Y lo decido yo, lo haré yo.- Dijo, saliendo rápidamente del santuario o lo que quedaba de este.

-Espera. ¿Puedes decirme que es lo que has visto?- Logrando alcanzarla y sujetarla por su antebrazo.

-No toleraré más el dolor que sufrieron o sufrirán los de la segunda rama, no quiero que esto sea una cadena de... Odio.- Respondió de manera en la que Sasuke lograra comprender que es lo que vió.

Esa mirada lo decía todo, siempre le llamó la atención esos ojos perla, ojos sin pupila, ojos que podían observar todo y ahora mismo demostraban los sentimientos de su portadora.

-Entiendo, déjame ayudarte en esto.- Preguntó en un tono que más parecía afirmación que eso.- No te dejaré sola en ahora.

Ella sonrío como respuesta, calmando un poco ese choque de emociones al enterarse que desde el principio se utilizaba, ultrajaba a la segunda rama. ¿Cómo eran capaces de hacer tales barbaridades a su propia familia?

No lo entendía, solo aseguraba cambiar por completo a la nueva generación de su clan, incluso se preocupaba más por el futuro de Hanabi. Sin embargo, su padre ahora le ayudaba en ese sentido, logrando entender los sentimientos de sus ancestros que sufrieron por pertenecer al clan.

-Muchas gracias, Sasuke-kun. De verdad lo digo...- Murmuró, acercándose más al cuerpo del Uchiha, uniendólos en un abrazo corto.

Era algo que solo lo hubiera soñado, no se había imagiando estar así con Hinata... Ahora solo procura protegerla y mantener a su lado, aunque no de manera física, pero sabía que ella lo entendía.

-Pronto llegaremos...-Anunció la ojiperla, soltando la mano del Uchiha.-Hace tiempo que no estabamos juntos.

-¿Juntos? Ya lo estamos, justo ahora.

Totalmente diferente || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora