II

10 1 0
                                    

Se encontraba acostada boca arriba en su cama observando el techo como si ahí se encontrara el valor que necesitaba para hacer lo que tenía planeado, su celular estaba a un lado porque claramente, no podía descuidar su labor como seguidora. Y justo como ese pensamiento hubo cruzado por su mente oyó el tan característico sonido de una notificación, desbloqueó el aparato yendo directamente hacer lo que ya acostumbraba, solo que luego de hacer aquello se quedó unos segundos más observando la foto para después suspirar pensando que si no lo hacía en ese momento los días seguirían pasando y tendría una mala calificación. Sin darle más vueltas a la situación se dirigió al chat donde podría hablar con su influencer preferida tecleando luego y procurando no cometer algún error que la dejase en vergüenza.



«¡Hola!, soy una estudiante de fotografía y necesito hacerle una sesión de fotos a alguien, será todo sin costo alguno por lo que me preguntaba si acaso quisiera ser mi modelo, desde ya muchas gracias.»



Enviado el mensaje rápidamente bloqueó su celular dejándolo a un lado, los latidos de su corazón habían aumentado por la emoción así que para calmarse se dirigió a la cocina donde se preparó un sándwich para tras unos minutos volver, estando ahí vio que una pequeña luz parpadeaba en su celular por lo cual decidió revisar, tenía un mensaje de la joven, eso le hizo soltar un pequeño chillido mientras que una sonrisa se dibujaba sobre sus labios.




«Hola, claro que puedes, dime qué día y a qué hora, veré si puedo hacer un espacio.»




«¿Está bien que la primera sesión sea mañana mismo y ahí acordamos otro día para hacer la siguiente?, ¿te parece si nos juntamos en las afueras del mall que está en la calle "Las Reinas"?»




La respuesta fue casi inmediata lo cual le sorprendió y a su vez le hizo más feliz de lo que ya estaba.




«Claro, tengo libre a las tres de la tarde así que ahí nos encontramos. Hasta entonces.»




No sabía qué responder por lo que envió un "emoji" de corazón, luego de dejar a un lado el celular ahogó un grito de emoción con su almohada. Posteriormente siguió comiendo su sándwich, al acabar fue hasta el baño posicionándose frente a su espejo, pensaba practicar de qué forma se presentaría a la joven.


― ¡Hola!, mi nombre es Antonia, te sigo hace... ― negó con la cabeza, tomó unos segundos y luego volvió hablar― ¡Hola!, es un gusto conocerte, mi nombre es Antonia― sonrió, eso le parecía lo más decente a modo de presentación.


Su emoción aumentaba con el pasar de las horas hasta que anocheció, había dejado todo planificado; su ropa, maquillaje y hasta tenía listo su bolso, ahora su problema era que también se hizo presente el nerviosismo, apenas y pudo conciliar el sueño lo cual le preocupaba, no quería dormirse en medio de sus clases y mucho menos estar adormilada frente a su "amor platónico".

InfluencerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora