La relación entre ambas jóvenes había cambiado bastante después del beso, Antonia veía que Amelie se conectaba pero no le hablaba aunque ella tampoco lo hacía por cobardía, sin embargo ese día la muchacha de rubios cabellos titubeaba ante la idea de escribirle, se preguntaba qué podría salir mal si lo hacía pero a su vez una parte de sí le respondía que todo, lo cual le aterraba en cierto modo pero si lo analizaba, se sentía más segura tras una pantalla que hablándole de frente. Con ello en su mente tomó valor para teclear.
«Hola, ¿cómo estás?»
Luego de enviar aquello no esperó que el símbolo característico del "visto" apareciera en cuestión de segundos, salió del chat esperando que la muchacha escribiera, cuando vio el mensaje sus ojos se agrandaron.
«Hola, ¿nos podemos ver hoy a las nueve de la noche en la plaza que está al frente del centro comercial?»
«Claro, ahí estaré, nos vemos»
Suspiró, su nerviosismo había aparecido y le preocupaba, dado ello llamó a su amiga para pedirle consejos, ella le había estado aconsejando durante días pero no le tomó atención hasta el momento que escribió a Amelie.
Su brazo dolía, lamentaba tanto en esos momentos no haber comprado una batidora, jamás hubiese pensado que terminaría así; cocinando un bizcocho para su enamoramiento, no se le daba muy bien la cocina pero esperaba que si lo hacía con amor diera resultado, siempre había oído a su madre decir que "las cosas hechas con amor tenían mejor sabor" y a ella sus comidas le quedaban de maravilla, esperaba estar haciendo lo correcto en confiar.
Tenía un montón de alarmas puestas, una que le indicaba cuando estaría listo el bizcocho, otra que le indicaba cuando debiese ir a arreglarse y otra que le recordaría cuando quedaran veinte minutos para la hora acordada. Tenía altas expectativas en su preparación pues ya la había colocado en el horno, no pudo evitar dar pequeños saltos en muestra de felicidad al darse cuenta de que la primera alarma no había sonado, lo que le significaba más tiempo para prepararse, y así fue, corrió a darse una ducha para después de secar su cuerpo y cabello dirigirse a la habitación donde un nuevo obstáculo se le ponía en frente; escoger un conjunto adecuado. Se decidió finalmente por un suéter rosado y pantalones "skinny" negros rasgado en las rodillas, junto a eso también apartó una chaqueta de tonalidad café, lo siguiente que hizo fue maquillarse con tonos claros, procuraba cuidar su apariencia lo más posible.
Suspiró, mantenía altas expectativas de lo que podría ocurrir, se encontraba en el lugar acordado con una caja en forma de corazón y bien decorada entre sus manos, "y decían que las manualidades no servirían para nada", pensó recordando las palabras que alguna vez le dijeron en su niñez.
Como todas las citas que habían tenido ya sea para ir a comer o alguna sesión de fotos llegó temprano, diez minutos antes de la hora acordad, lo cual le daba tiempo para tratar de calmar su nerviosismo, solo que en ese momento no se ocupó de aquel detalle, estaba nerviosa, sí, pero consideraba que en una situación como tal no debería preocuparse tanto.—Hola, siento tardar— volteó encontrando inmediatamente a la dueña de esa voz, sonrió en cuanto sus miradas se encontraron.
—No te preocupes, creo que yo me adelanté.
La junta fue incómoda, no se dirigían la mirada. Ese día no hubo un beso en la mejilla, tampoco un beso en los labios, le entregó la caja pero fue antes de irse y no le dio tiempo a Amelie para agradecer por lo que no pensó dos veces antes de avanzar.
ESTÁS LEYENDO
Influencer
Romance¿Alguna vez se han preguntado cómo es estar enamorada de una influencer y sentir que eres invisible para esa persona?, si tu respuesta es "no" entonces permiteme contar sobre lo que es la vida de Antonia y el cómo de ser una joven común y corriente...