Influencer

VI

El primer semestre había terminado para Antonia, quien tenía como panoramas no hacer nada, tener el celular cerca de sí y quedarse hasta altas horas de la noche hablando con Amelie, luego cuando despertaba un « Buenos días, ¿dormiste bien?» alegraba sus mañanas y el resto del día.

 Su celular comenzó a sonar, sin dudar lo tomó y respondió luego de ver que se trataba de Amelie quien le invitaba a salir, aceptó de inmediato y una vez la hora fue fijada lo primero que hizo fue pedir comida a domicilio, sacando la cuenta de cuanto se demoraría el repartidor fue a darse una corta ducha, terminando secó tanto su cuerpo como rubios cabellos, teniendo ahora otro problema y es que no sabía qué ponerse. Llamó con desesperación a su amiga pero esta no respondía y si tardaba más entonces llegaría el repartidor; una desgracia haber pensado eso pues tres golpes en la puerta principal sumados al sonido del timbre la dejaron estática por unos segundos hasta que abandonó su trance para colocarse una polera azul junto a unos pantalones de mezclilla y de calzado unas zapatillas deportivas, no era el mejor conjunto pero se sentía más cómoda que en la salida anterior.

Los siguientes minutos se preocupó de comer y maquillarse con tonos claros, una vez estuvo lista salió de la casa para tomar el transporte, aquella vez se juntarían en el centro comercial tal como la mayoría de sus anteriores juntas, Amelie había dicho que irían a ver una película por lo que la esperó en las afueras de las salas de cine, en cuanto la menor llegó se saludaron como si se conocieran de toda la vida y tras la difícil decisión de qué película ver esperaron su turno para ingresar. Ambas tenían la atención puesta en la película o al menos eso podría llegar a pensar cualquier persona que las viera pero cuán errado estaría, las jóvenes estaban en su propio mundo, de vez en cuando una miraba a la otra pero sin descubrirse mutuamente hasta que algo pareció hacer corto circuito en el cerebro de Antonia provocando que hicieran contacto visual, habían quedado sin habla y sus ojos hasta podrían estar haciendo una competencia para no parpadear, Amelie abrió la boca dispuesta a hablar pero lo siguiente la dejó sin habla, la suavidad y caricia de unos labios había hecho contacto con su mejilla. Sonrió posando su mano sobre la zona besada, luego su atención volvió a la película encontrándose ahora un rubor queriendo hacerse notar sobre las mejillas de ambas. La película había llegado a su fin por lo que al salir de ahí fueron hasta una cabina de fotos, tras ponerse de acuerdo en qué poses hacer las capturas comenzaron a salir. Antonia rió una vez terminaron, contagiándole la risa a Amelie. 

— ¡Vamos a verlas!— la de menor estatura tomó la mano de Amelie pero esta no avanzó—. ¿Mnh?, ¿pasó algo?— no hubo respuesta, Antonia se estaba preocupando por lo que insistió: — ¿Amel...— no pudo terminar la pregunta pues antes de haber reaccionado el dulce sabor que había quedado de las palomitas en los labios ajenos se mezcló con los suyos, fundiéndose en un beso.