iv. comeback

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Sabes, como que no me dan ganas.— contesta Wendy después de que Francis la invitará a una cita para buscar su perdón.

¿Qué?, ¿Por qué? Ya le pide el auto a mis padres.

Los cuáles dijeron que no.— Francis se queda callado, admitiendolo con silencio.— Si, eres de esperarse.

¿A qué te refieres?

Eres un irresponsable para tus padres, te encanta llevarle la contraria a tu madre....

¡Porque es una loca psicópata!

A eso me refiero, no les tienes nada de respeto, eres igual a ella.

¡No, no es cierto!


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• capítulo tres •









EL CAMINO DE REGRESO FUE SUMAMENTE INCOMODO, en especial para Wendy. Lois no paraba de insultar indirectamente a Piama y está le contestaba, no tan groseramente pero lo hacía.

Wendy iba sentada entre Malcolm y Reese, los cuales estaban algo manchados en sus ropas.

— ¿Estás bien, Wendy?.— susurra Malcolm, lo suficientemente alto como para que solo Wendy escuchará.

— Si, ¿Por qué no lo estaría?

— Porque Francis está con Piama.— contesta Reese, entrando a la conversación.

— Estoy bien, chicos.

— La negación es el primer paso, lo entendemos, Wen.

— ¿De que rayos hablas, Reese?.— pregunta en un susurro/grito la rubia.

— Ya lo entenderás.— contesta Reese, con una sonrisa como si fuera Wendy la estúpida a la que deben explicarle todo.

Wendy solo le da un fuerte golpe en el brazo con el puño.

— ¡Maldición, Wendy!.— se queja Reese, llamando la atención de todos en el auto.

— ¡Reese, deja a la pobre Wendy en paz, ya tuvo suficiente con venir a buscarlos cuando no le correspondía!.— le regaña Lois, Wendy sólo mira burlonamente al nombrado quien le hace una mueca de dolor.

— Golpeas fuerte para ser una chica.— le dice a Reese y Francis solo rueda los ojos para ver a Wendy quién lo veía incrédulo.







































— Buenas noches, familia Wilkerson.— se despide Wendy, satisfecha por la golpiza que le dió a Reese.

— Hasta luego, Wendy.— le despide Dewey con la demás familia diciendo un adiós.

— Me duele todo, mamá.— se queja Reese, adolorido por los golpes de Wendy.

— No hagas como si no te lo hayas buscado, los tres a su habitación ¡Ya!

Los tres hermanos menores caminan hasta su habitación, bueno, Reese como puede. Wendy, literalmente lo había molido a golpes y Lois no había dicho nada, eso era definitivamente favoritismo y eso que no era su hija.

Pero tampoco podía odiar a la rubia, era demasiado linda con ellos como para hechar a perder un buen trato humano.

Wendy entro a su casa, con el frío calando sus huesos.

— Oh, sigues aquí.— menciona al ver el novio de su hermano.

La relación de Peter y ella era de odio-broma-odio.

— ¿Dónde estabas?.— le pregunta su hermano, volteado a verla.

— Malcolm, Reese y Dewey escaparon y los acompañe a buscarlos.

— ¿Con la esposa de Francis y todo?.— le vuelve a preguntar y su novio, Peter se para del sofá.

— ¿Esposa de Francis?, ¿De que rayos me perdí?.— pregunta.

Cualquiera que haya ido a la escuela con Francis, sabía quién era el rubio.

— Francis regreso de Alaska con una esposa.

— ¿Pero que no ustedes....?

— Sip.— asiente.

— ¿Entonces él....?

— Si.— esta vez asiente Andrew.

— ¡Que hijo de perra!

— Lo sabemos.— responde Andrew, hablando por él por Wendy.

— ¿Te quedarás a dormir?.— el castaño asiente y la rubia se encoge de hombros.— Tú haces el desayuno mañana.

— ¡Oye!.— se queja Peter.— Dile algo.— le reclama a su novio.

— Es lo justo.— se encoge de hombros.

— ¡Son unos pesimos anfitriones!


























author's note

Perdonen si quedo chafita.

𝙗𝙖𝙗𝙮𝙨𝙞𝙩𝙩𝙚𝙧 ── 𝘮𝘢𝘭𝘤𝘰𝘭𝘮 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘪𝘥𝘥𝘭𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora