𝙗𝙖𝙗𝙮𝙨𝙞𝙩𝙩𝙚𝙧 ── 𝘮𝘢𝘭𝘤𝘰𝘭𝘮 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘪𝘥𝘥𝘭𝘦

xi. sad.

— Malcolm, Reese. Salgan de la habitación.— les dice Francis, quien estaba abrazado a Wendy.

— ¿Qué? ¿Por qué?.— pregunta Reese, con el ceño fruncido.

— Ahora.— exige Francis y Reese y Malcolm sueltan un suspiro resignado.

Malcolm deja su tarea sin terminar mientras que Reese deja de jugar con una pequeña pelota.

— ¡Y asegúrese de que mamá no quiera entrar, gracias!.— les grita Francis cuando Malcolm cierra la puerta a su espalda.

— Seguro.

— Amo a Wendy, pero odio cuando ella y Francis quieren sus siete minutos en el paraíso.

— Si, yo también.— concuerda Malcolm.

• capítulo nueve •

— DEBERÍAMOS DEJARLOS AQUÍ E IRNOS.— dice Wendy, desde el asiento del copiloto, cruzada de brazos, con un puchero y el ceño fruncido.

— Eso sería de mala educación, esa es tu especialidad.— Wendy le da una sonrisa falsa a su hermano.— Además, es tu culpa. Si no te hubiera agarrado la loquera, me hubiera librado de venir por ti, lo que significa que no hubiera soportado a Francis y Piama besandose en el asiento de atrás. Creo que ví manoseos...— baja la voz.

— Si, casi no me duele, muchas gracias.— Wendy mira a través de la ventana.

— Si, perdón.— su hermano se disculpa, si fuera al revés y Peter le hiciera eso, Wendy ya hubiera pensando en distintas maneras de asesinarlo y hacerlo parecer un accidente, o un suicidio.

Después de unos minutos en silencio, Wendy vuelve a hablar.

— ¿Por qué Francis me habrá hecho eso?.— le pregunta en un susurro.— Porque nisiquiera finjo que no me duele y él no me ha pedido una disculpa, o tan siquiera darme una explicación.

— ¿Estás llorando?.— Andrew le pregunta aún cuando sabe que si está llorando.

— No, imbécil.— Wendy trata de limpiarse sutilmente los ojos cuando escucha a Francis y a Piama acercarse.

— Si quieres venganza, puedo hacer que Peter haga que el equipo de Fútbol le de, no se, una pequeña golpiza.— Andrew se encoge de hombros como si no fuera gran cosa. A diferencia de las películas de Hollywood, el equipo de Fútbol de la escuela era muy calmado, más que nada controlados por Peter siendo él capitán.

— No, Lois me mataría si se enterara.

— No tiene que enterarse.— Wendy mira a su hermano a la vez que Francis abre la puerta.

— Que enfermo.— susurra Wendy mientras se forma una pequeña sonrisa en sus labios.

↷

— Nos vemos luego, chicos.— se despide Francis, saliendo del auto.

— Adiós.— se despide Piama con una pequeña sonrisa.

— Agh, ¿Por qué ella no puede ser una odiosa? Me facilitaría odiarla.

Andrew se encoge de hombros mientras guarda las llaves, ambos salen del auto notando como el auto de Peter ya estaba estacionado.

— ¿Por qué carajo estás aquí? ¿Y como entraste?, te puedo demandar ¿Lo sabes?.— es lo primero que dice Wendy cuando entra a su casa y mira a Peter sentado en el sofá viendo la televisión.

— Demandame, perra. No me importa.

Wendy se deja caer a un lado de Peter, mientras que Andrew se había sentado en el regazo del mayor, besándolo como saludo.

— Agh, no coman frente a las pobres y desafortunadas personas que se quedaron sin novio.

— Dios, no es como si Francis fuera el único chico rubio de ojos azules, consíguete otro y listo.

— Dios, si supieras todas las veces que te vi a ti y a Francis...

— Imbécil, le diré lo mismo a Andrew cuando ustedes dos terminen.— Wendy le dice a Peter, ignorando a Andrew quien abrió la boca fingiendo estar ofendido.

Peter le levanta el dedo de enmedio mientras comienza a besarse con Andrew de nuevo.

Wendy toma el control y comienza a cambiar los canales buscando algo interesante y que le llamara la atención, con Andrew y Peter a su lado.

— No se vayan a atragantar.

author's note

Quiero aclarar que la historia no se apegara al 100 a la serie y hasta donde supongo, Wendy y Andrew irían en su último año escolar, tomando en cuenta que Francis abandono la militarizada antes de realmente graduarse (¿si no me equivoco?)