The Demonic King Chases His Wife [Parte 2] [Trad. al español]

Capítulo 272: Romance en el Palacio del Príncipe Jin (8)

Capítulo 272: Romance en el Palacio del Príncipe Jin (8)

Sin embargo, no hubo tiempo suficiente para que ella fuera feliz antes de que el que dormía agarrara sus manos. La atrajo hacia él. A pesar de que todavía estaba dolorido y aún profundamente dormido, su fuerza era tan asombrosamente grande como antes.

Su Luo simplemente no tuvo tiempo de reaccionar, antes de que todo su cuerpo ya hubiera caído en su abrazo. Ella estaba siendo fuertemente presionada sobre su cuerpo.

Nangong Liuyun lanzó un gemido ahogado cuando ella lo golpeó, pero él una vez más la abrazó firmemente. Luego se dio vuelta y volvió a un sueño profundo.

Esta vez, Nangong Liuyun simplemente la estrechó, abrazándola, y no hizo ningún otro movimiento.

Sus brazos eran fuertes y poderosos, tan duros como abrazaderas de hierro. Varias veces, Su Luo quiso abrir sus dedos, pero sus esfuerzos fueron en vano. Ella era completamente incapaz de moverlo ni un poco.

Nangong Liuyun parecía estar sumergido en un sueño profundo. Su respiración era larga y continua, solo sus cejas todavía estaban ligeramente arrugadas.

Su Luo dejó de luchar, un rastro de un tierno sentimiento del que ella misma no era consciente pasó por aquella mirada con la que solía verle.

Este hombre, que sufría tanto dolor como aquel y que aún pudiera dormir, era muy raro. ¿Cómo podía tener ella el corazón para asustarlo y despertarlo con ruido?

Su Luo levantó el edredón y lo envolvió por completo. Luego, en su abrazo, ella encontró una posición cómoda y levantó la cabeza para mirarlo a la cara.

Pestañas largas y gruesas, hermosa nariz recta, labios rojos delgados y con rasgos faciales que eran exquisitos. Era como una obra maestra de escultura delicadamente tallada por un escultor de nivel de gran maestro. Era tan guapo, era incomparable.

Aunque estaba dormido como antes, ahora era pacífico. Su frente se anudó con éxito en el carácter chino para río. Recordando su fuerza incomparable; eminencia e identidad y estado inaccesibles, el lugar más cercano al corazón de Su Luo destellaría con un rastro de afecto apreciador.

De repente, una luz divina brilló en la mente de Su Luo.

De repente recordó que había olvidado algo muy importante.

¿Todavía recuerdas aquella vez en que el pequeño dragón divino la miró sin querer soltarla y fue inocentemente engañado por ella para que ponerlo su lado? Así es, el Agua del Espíritu Celestial.

Como el Agua del Espíritu Celestial tenía un gran atractivo para el pequeño dragón divino, fue suficiente para ilustrar ese tesoro de primera línea. Solo que no sabía si sería útil para tratar el dolor de Nangong Liuyun.

Sin embargo, su situación no podría ser peor de lo que era en este momento.

Su Luo sacó una pequeña taza de Agua del Espíritu Celestial de su espacio. Lo sostuvo con mucho cuidado, luego susurró con una voz muy, muy suave: "Nangong, despierta".

"Ah". Nangong Liuyun la abrazó con fuerza, soñoliento, dejando escapar un sonido de acuerdo.

Su Luo, una vez más, muy, muy cuidadosamente lo empujó: "Ven, bebe un poco de agua. Tal vez te haga sentir un poco más cómodo".

Nangong Liuyun, en un estado medio dormido y medio despierto, lindo y obedientemente abrió la boca.

Su Luo le dio de beber con cuidado la mitad de la pequeña taza de agua del Espíritu Celestial para que bebiera.

Su Luo no se atrevió a darle demasiada de una vez. Tenía miedo de que algo saliera mal.

Después de beber toda el agua, Nangong Liuyun volvió a dormir profundamente. Solo que seguía abrazando a Su Luo como antes, sin soltarlo.

Su Luo usó sus mangas para limpiar suavemente la mancha de agua en la esquina de su boca varias veces. De nuevo, ella observó cuidadosamente su tez.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero sus cejas arrugadas finalmente comenzaron a suavizarse. De repente, su expresión ya no parecía tener tanto dolor.

Al ver esto, Su Luo estaba muy feliz. Ella sola alzó su barbilla y sonrió mientras lo miraba.

Afuera, la lluvia caía cada vez más fuerte.

El trueno retumbaba continuamente.

En el abrazo de este hombre, Su Luo cayó inconscientemente en un sueño profundo.

Este sueño, Su Luo dormía mucho. Cuando despertó, ya era tarde en la mañana.

Al abrir los ojos, miró con calma el techo. Los recuerdos de anoche se levantaron como la marea y salieron corriendo.

Las burlas de Nangong, la furia de Nangong, el dolor de Nangong... Una escena tras otra se volvieron densas y rápidas, llenando su cabeza sobria casi hasta el punto de estallar.

Lo último que recordaba era su hermoso rostro suave.

Su Luo se sentó de repente, cuando giró la cabeza para mirar, la cama ya no tenía la silueta de ese hombre.