—Recuerden: fuego sobre todo lo que esté armado y de pie.
—Esas son instrucciones muy extrañas.
—Sólo disparen y ya.
Rodearon la casa y aguardaron a la orden de Jobs para avanzar. La puerta estaba caída y las ventanas destrozadas, era cuestión de minutos antes que...
Un disparo.
—¡Ya, ya, ya!
Saltaron las ventanas y comenzaron a disparar. Uno a uno, los hombres cayeron, soltando sus armas y lanzando gritos de dolor, antes de guardar silencio para siempre con balas en sus cerebros. Limpiaron la casa en menos de dos minutos, y agradecieron al equipo técnico cuando les devolvió la luz.
—Todo limpio —anunció uno de ellos —. Preparen a los rehenes para extracción.
Kylie hizo acopio de todas sus fuerzas para arrastrarse y tomar el arma del tipo que casi abría un agujero en su cabeza, y apuntó a un hombre alto, completamente vestido de negro y con el rostro oculto bajo un cuello polar y una gorra de visera.
—¿Quiénes mierda son ustedes? —con la luz de regreso, pudo ver sus propias manos cubiertas de sangre sosteniendo el arma con firmeza.
—Tranquila, somos los buenos —el hombre levantó las manos sobre su cabeza y se acercó a ella con cuidado.
—Los buenos y los malos es un concepto muy subjetivo —respondió —. ¿Quiénes son?
Como respuesta, el hombre suspiró y se quitó la gorra. Uno segundos más tarde terminó de descubrir sus rostro y rogó que la chica lo reconociera.
A juzgar por la expresión de su rostro, lo hacía.
—¿Will? —la sorpresa en su voz era tan evidente como la que reflejaban sus ojos.
—Vinimos a ayudar —comenzó a agacharse y relajó los hombros cuando vio que Kylie comenzaba a bajar el arma
—Sigues sin responder.
—Es algo complejo de explicar —esquivó —. Por el momento puedes saber que los llevaremos a un lugar seguro.
—Ningún lugar es seguro —soltó Robert —. Nos encontrará y...
—Por favor, alguien noquéelo —soltó Kylie, molesta. Un hombre se hundió de hombros y le asestó un golpe en la sien, derribándolo en un santiamén.
—¿Qué crees que haces? —lo retó otro.
—Gracias —Kylie asintió y se volvió a Will, regresando sus manos sobre su herida —. Comienzo a creer que eres un amuleto de mala suerte —le dijo, y el chico sonrió.
—Pues yo diría que eres un imán de peligro —vio la sangre e hizo una mueca de desagrado —. Será mejor que nos vayamos lo antes posible o morirás desangrada.
—Eres un exagerado —comentó, pero rápidamente ahogó un gemido de dolor cuando Will la tomó en brazos y la llevó fuera. Dos hombres cargaban a su padre y los seguían hacia el interior de una furgoneta negra.
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Secretos de Sangre
Teen FictionLas deudas de un padre alcohólico. La salud de una madre en coma. Los problemas de una amiga abusada. La aparición de un chico en una fiesta. El cobro de las deudas. El pronóstico. Los videos. La mirada. Y Kylie, en mitad de un mundo que se cae a pe...