III

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29 años atrás.

Quizá fue la forma tan inusual en la que te conocí lo que me hizo amarte más.

— Es una muy buena amiga mía, vas a estar bien. — la mujer le había depositado un beso en la coronilla y empujandolo ligeramente hacia la puerta le susurro con una sonrisa: — Anda ve. Te divertiras.

Asintió entrando a la habitación, viendo como lo despedía con una mano.

Oficialmente su nana lo había dejado en su primer día de jardín con esa mujer que tenía una sonrisa demasiado grande en la cara. Minho se preguntaba como era posible que alguien pudiera sonreír tan grande teniendo un trabajo como ese.

Cuando todos estaban asentadose la maestra estaba en un rincón dándole un biberón a un pequeño bebé que tenía los ojos pequeños, casi inexistentes y una cara redonda como pizza.

Minho siempre había sido curioso, desde que comenzó a tener conciencia cualquier cosa que llamara su atención tenía que ser investigada a lujo de detalle.

Cuando la mamá hubo terminado de darle la leche, Minho se acercó al cochecito en el que el bebé descansaba y dándole una mirada a su nueva maestra, la cual era un silencioso pedido de permiso para ver al bebé.

La mujer vió la expresión de perrito castigado que el niño estaba dándole, mientras hacía ping pong de ella a su bebé, se agachó a la altura del niño y con una dulce sonrisa le dijo: — ¿Tu nombre es Minho verdad? — asintió con un ligero puchero— puedes tocarlo si quieres.

Asintió y se acercó al cochecito; observó al bebé, era regordete y cuando lo vió tenía la mano en la boca. Estiró la mano y le pico el mofletes derecho procurado no lastimarlo.

El bebé lo miro y tomando su dedo índice embarradolo de saliva y luego comenzó a reír sonoramente; Minho sonrió lleno se ternura y sin voltear a ver a la mujer que aún seguía allí viendo como el niño jugaba con su bebé le preguntó: — ¿Como se llama?.

— Su nombre es Hyunjin.

— Es muy bonito. — murmuro, sus ojos brillando con ilusión.

Minho nunca se detuvo a pensar si los bebés le llamaban la atención. Nana no tenía ninguno y él no se juntaba con nadie así que era la primera vez que tocaba a un bebé.

Alrededor solo se oía el escándaloso sonido de la bulla de los niños, pero lo único que él podía escuchar eran los balbuceos inteligibles que el bebé soltaba de vez en cuando.

— Mhh, es extraño. — murmuro la mujer tomándose la barbilla. Minho la miro confundido mientras que Hyunjin jugaba con sus dedos.

— ¿El qué señora?.

La mujer sonrió y observó a su bebé por unos segundos para volver la vista a Minho y decir con una pizca extrañeza: — Llora con cualquiera que llegué a tocarlo, pero contigo... el simplemente ríe.

Volvió la mirada al niño y pensó un momento en lo que la mujer le había dicho.

— Quizá solo esta contento porque acaba de comer.

Ella encogiendose de hombros le respondió: — Nunca lo sabremos.

Luego de eso intentó soltarse del bebé, sin embargo este no dejaba ir su mano y cuando Minho aplicó un poco de fuerza y se soltó el niño comenzó a llorar como si se hubiera caído y golpeado la cabeza.

Joke [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora