Te burlabas de mí tan jugetonamente incluso cuando no tenías conciencia de nada, y eso se te volvió costumbre.
Las semanas trazaban su marcha con mucha tranquilidad.
Muchas cosas pasaron, su primer amigo, el primer bebé que había visto, sus cinco años, también había descubierto que la familia de Kim Seungmin era una familia un tanto adinerada.
A Seungmin su hermano mayor le había regalado un perro gigante con un pelaje amarillento precioso, sin embargo Minho lo odiaba. Siempre tan sereno como si no le importaba nada, como si todo lo que le rodeara fuera tan mísero e insignificante.
Cada vez que llevaba a la casa de Minnie el perro estaba recostado totalmente abierto en la entrada, justo detrás del portón, y ni siquiera se movía cuando Seungmin lo corría con toda su fuerza para abrir paso para él.
A veces levantaba la cabeza y daba una barriada alrededor con una mirada despectiva para luego volver a recostar la cabeza contra el suelo y volver a su mundo de sueños como lo hacía todo el día.
— Anda tocalo — le había dicho Seungmin esa tarde que había ido a pasar el primer sábado de verano en si casa, mientras acariciaba por detrás de las orejas al perro.
Minho se negó, nunca, jamás, ni en sus sueños tocaría a esa bestia.
Permaneció sentado sobre el almohadon que le habían tendido, con las manos descansando sobre sus rodillas y acariciando lenta y suavemente la tela fina de su pantalón mientras mantenía la mirada pegada al suelo.
Seungmin se sentó de frente a él y lo observó un largo rato sin que Minho se diera cuenta; millones de pensamientos que un niño podría tener saltaban de un lado a otro en su pequeña mente. Nunca había tenido un amigo así que no sabía si los niños de su edad se comportaban normalmente como Minho lo hacía.
Acercó la cara al contrario mientras este se hacía hacia atrás con los labios ligeramente apretados y un poco de incomodidad. Una vez sintió casi su espalda tocando el suelo se atrevió a mirar a los ojos entrecerrados de Seungmin y un ligero: — ¿Qué sucede? — voló de sus labios.
Seungmin volvió a su lugar mirándolo de una manera extraña una vez también Minho se hubo estabilizado.
— Minho.
Murmuro un ligero Mmn sin apartar la mirada.
— Eres muy raro.
Sus facciones se contrajeron, ladeo la cabeza ligeramente con una mueca de confusión mientras separaba los labios de manera leve.
Espero alguna otra palabra luego de eso pero Seungmin solo comenzó a jugar con los muñequitos le lego que tenía esparcido por todo el jardín. Minho no había tocado ni uno solo en todo el día, y a Kim eso le pareció bastante extraño ya que era un niño y a todo niño le gustaban los juguetes, ¡mucho más los legos!.
Un largo silencio se extendió entre los dos. La verdad es que ninguno hablaba mucho pero Minho estaba impaciente por saber que era lo que pasaba por la cabeza de su amigo en ese momento.
— ¿No vas a decirme?.
Seungmin lo miro aún sin soltar la torre que estaba construyendo.
— ¿El qué?
Minho arqueo una ceja.
— Según tú soy raro, ¿por qué?
Su amigo se enderezó soltando los legos y pareció pensarlo unos momentos con la mirada anclada al suelo, entrecerrando los ojos y estirando los labios hacia afuera como si le hubieran preguntado algo de suma importancia y debía de tener cuidado al responder.

ESTÁS LEYENDO
Joke [Pausada]
FanfictionEn donde Hyunjin y Minho se aburrieron un sábado por la tarde y decidieron jugarle una broma a sus amigos diciéndole que ambos estaban saliendo. Era la excusa perfecta para suprimir su dolor. Ninguno pensó en el abismo en el que se habían hundido s...