---Chan,¿ya lo tienes todo listo?---se escuchó una voz femenina proveniente de otra habitación.
---Sí ma,en unos segundos voy---respondió el mencionado,apilando unas cajas cerca de la puerta. Se secó un poco de sudor que corría por su frente y emprendió camino a la sala para ayudar a su mamá con algunas cosas.
---¿Podrías llevar estos bolsos dentro del auto por favor?---pidió a modo de favor la mujer. Recibió un asentimiento como respuesta y en un abrir y cerrar de ojos,el chico ya se encontraba ubicando lo pedido dentro del vehículo.
Todo había transcurrido tan rápido para él,pero más para sus padres. Parecía que apenas hace unos días habían tramitado los papeles para nombrar ante todos que él era su hijo. Bang Chan.
Sin embargo,nueve años pasaron como tren bala,el pequeño niño de 10 años que había sido acogido en esa familia ya era todo un joven con 19 cumplidos apenas tres días atrás.
Ni él podía creer lo mucho que había progresado,sus ataques de ansiedad eran muchísimo más reducidos y el miedo de estar entre tantas personas,con el paso del tiempo fue disminuyendo. Los malos recuerdos que aún guardaba sobre su familia biológica y el trato que recibió por parte de ella los olvidó por completo,según su psicólogo,es un mecanismo de defensa que suelen utilizar las personas que pasan por una situación no muy comunal,lo cual lo ayudó bastante a progresar con el tratamiento y su condición.
Actualmente se estaban preparando para una mudanza,su padre había sido ascendido en el trabajo,lo implicaba que iban a poder pagar por una mejor casa en una zona céntrica. Las ventajas que le traían eran muchas como para desperdiciar la oportunidad de realizar esa mudanza,las más favorables eran que Chan tendría más cerca el consultorio sumando a que el colegio le quedaba a un paso nada más.
Y sí,él aún tenía que completar el último año escolar,debido a que a sus 13 había tenido una recaída y sus padres,por su bienestar habían decidido que no cursase ese año la escuela.
---¿Ya está todo listo Chan?---le preguntó su padre.
---Sí,supongo que mamá ya está lista también.
---Entonces...solo queda subir al auto---agregó soltando pequeñas risas,al parecer no podía mantener bajo control su felicidad.
Alrededor de 45 minutos de viaje le esperaban a Chan,tiempo que decidió invertirlo en una placentera siesta como recompensa por haberse levantado temprano a ayudar a subir las cajas al vehículo. Recostó su cabeza contra la ventana y se puso los auriculares,a medida que "Someone you loved" se reproducía iba cerrando sus ojos de a poco hasta caer completamente dormido.
---En tres días...iremos...
---¡Iremos a Malasia!
---¡Chris!
Abrió los ojos de golpe y al hacerlo se dio un topetazo a la cabeza contra la ventanilla.
---¿Channie estás bien?---preguntó su mamá algo preocupada,mas hacía todo lo posible por suprimir una pequeña risa,la carita desconcertada de su hijo le provocaba gracia.
---Sí mamá,descuida---le respondió sonriéndole---¿Estamos por llegar?,¿Qué hora es?
---Sí,faltan alrededor de quince minutos y son las diez con treinta y cinco.
Chan al oir eso bufó bajito,hubiera preferido dormir hasta llegar a destino,mas el sueño de aquel día en el local de comida rápida,donde Jisung lo llamó y él no fue capaz de darse la vuelta para dar la cara,lo atormentó sin motivo alguno.
Se acomodó un poco el pelo,ya que según el reflejo del celular estaba desastroso y luego solo se limitó a mirar los alrededores a través de la ventana.
De pronto ciertos recuerdos de cuando estuvo en el orfanato junto con Jisung,se le vinieron a la mente. Fueron buenos días al lado del pequeño de grandes mofletes. Al instante se arrepintió de en ese entonces haber sido tan cobarde y no haber hecho algo para evitar que los separen,quería volver a verlo,de eso no tenía dudas. Estaba completamente seguro de que si se volvía a topar con él,tendría las agallas de mirarlo a la cara. Pero...aquella vez,al parecer,había sido la última y única oportunidad,sin embargo,fue desperdiciada a causa de su miedo en ese entonces.
Gracias por leer y votar♡