Cap.1 Malas decisiones

156 36 83
                                    

Dicen que cuando uno se va haciendo adulto, va tomando mejores decisiones en la vida, pues no es mi caso.

Soy Scarlett Lester, tengo 26 años y cada vez cometo más errores que hacen que yo pierda la esperanza en encontrar a la persona adecuada...

¿Qué por qué lo digo? Os contaré mi última desventura...¡sí! La última porque no volveré a tropezar con la misma piedra.

Estoy tirada en una carretera de Harper-Oregón, con el móvil en la mano porque no sé a quién llamar, sé que tengo que ir a la policía a denunciar pero no puedo dejar de llorar y conozco apenas el lugar.

Mi cabeza no para de escenificar lo que paso una y otra vez.

Flashback

Vine aquí hace tres meses con mi nuevo novio, un médico que conocí en la clínica dónde yo trabajaba de administrativa en Miami, la verdad que me cautivó su sonrisa, su manera de hablarme y el roce hace el cariño eso dicen... hasta que empezamos a tener una relación de pareja.

Tuve que renunciar de la clínica porqué estaba harta de la manera en cómo me trataba la directora, esa vieja bruja la he aguantado ya muchos años pero ese día en particular me enfadé muchísimo y le solté unas cuántas cosas, obviamente no iba a quedarme allí y presenté mi carta de renuncia.

Jake es médico y me comentó que le habían ofrecido un trabajo en Harper- Oregón que si quería podía ir con él, no me lo pensé dos veces, creo que hay que arriesgar una vez en la vida.
Simplemente cogí mis cosas y acepté, pensé si mi mejor amiga salió de Miami a encontrar a su verdadero amor, quizás yo pueda ser féliz en un nuevo estado.

Pero, Mi realidad sería otra, este chico tan amable y simpático empezó a cambiar su actitud volviendose posesivo y celoso. Estaba en casa metida, sentía que me asfixiaba y teníamos discusiones constantes.

Llegó borracho e hizo lo que nunca pensé que me pasaría en la vida. Empezamos a discutir por una estupidez de pronto enfurecido, me golpeó el rostro y me quería encerrar en una de las habitaciones del apartamento que había alquilado, como pudé me defendí y le di una patada en todo los genitales. Cogí mi bolso que estaba en la entrada y salí corriendo sin mirar atrás.

Estoy en una carretera, creo que es...no sé... he andado tanto que no me siento los pies y esta parte ni siquiera la conozco, no quiero llamar a mi mejor amiga Jessica porque esta esperando su segundo bebé y no quiero que se preocupe.

Sentada en medio de unos campos, veo que hay una carretera desolada, parece que rural. Miró el teléfono para ver a quién puedo llamar, voy pasando la lista de mi agenda y veo el número de Mike Stewart, quizás él me puede ayudar, ya que Oregón es frontera con Idaho. Él vive en la capital por lo que me contó Jess, quizás si le pido ayuda a él...pffff...

Decidó marcar su número al segundo timbre escuchó su voz:

— ¡Hola Scarlett!, vaya vaya ¡que sorpresa!

Tengo un nudo en la garganta y emito un sonido de desesperación...

— ¡Mike! Necesito que me ayudes por favor...

— ¿Qué pasa? Dime ¿qué te ocurre?.

Le cuento por encima sin dar mucho detalles. Él me dice que le mande mi posición GPS y que vendrá a por mí, que va tardar más o menos hora y media en llegar, pero que no me mueva de aquí.

Tengo demasiado frío, estoy titiritando, con mis manos tocó mi rostro y notó mi boca hinchada... maldito ¡hijo de puta! ¿Cómo pude no darme cuenta? Espero que Mike me llevé a la comisaría le voy a meter una denuncia que se va cagar si lo dejó pasar lo hará con otra y no me da la gana que dañe a más mujeres.

Dos Polos IntensosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora