Dos Polos Intensos

Cap.8 - Tacones

Scarlett

Me quito los tacones antes de entrar al hotel y los llevo en la mano, no pienso mucho en lo que tengo que decir prefiero improvisar.

El rostro de Mike es de satisfacción por lo que me acaba de ordenar, aunque me hubiera encantado darle el masaje, lo rechace por la manera en cómo me habló y eso no se lo iba a permitir, después de pasar una mala relación tenía muy claro que no podía dejarme manipular por nadie y eso también lo incluye a él.

Su carácter hermético me cuesta de entender y descifrar pero como él dijo cada uno es como es y no debería juzgarlo pero que me es imposible entenderlo.

Al entrar a la recepción veo una pareja de clientes que están hablando con mi compañera Estela sin embargo, Edu y el guardia que esta en la puerta que no recuerdo su nombre si se percatan de mis pies descalzos y yo los miro señalando mis zapatos con disgusto, como dando entender que he tenido algunos problemillas... voy lenta para que Mike vea que estoy cumpliendo con lo que me ha ordenado.
Estoy a punto de abrir la puerta de la oficina y siento la voz de alguien cerca a mí...

- ¿Problemas con el calzado, Scarlett? Si necesitas que vaya a comprarte unos nuevos, lo puedo hacer - agrega Edu con preocupación.

Me giro y no sé que excusa ponerle porque a mi zapatos no le pasa nada, a lo que respondo de manera torpe...

- Se me había metido una piedra creo... no estoy segura. Solo tengo que ponerme una tirita y listo.

- ¿Una piedra? - me mira un poco confuso. - ¿Por dónde has venido? Pensaba que el Jefe te traía y aparcaba en la zona exclusiva.

Y claro ahí todo estaba totalmente asfaltado y con unas impoluta aceras que me recordaban que no podría haber ninguna piedra.

- Pues para que tu veas, tengo tan mala suerte que seguro que pillado la única piedra de todo Boise. - riendo falsamente para que al menos eso se lo crea.
Él me mira y me regala una sonrisa con los labios cerrados.

- Entonces iré por una tirita...- añade amablemente, girandose para ir a buscar aquello.

Abro la puerta y entro a la oficina para sentarme en unos de los sofás.
Siento que abren la puerta y es Mike que me mira de manera seria.

- ¿Qué quería Edu?

- Ayudar por como me ha visto, le dicho que una piedra ha sido la culpable y creo que se lo ha tragado... ha ido por una tirita para que me ponga.

- No voy a negar que tu actuación ha sido buena.

Dan un toque a la puerta y la abren, apareciendo Edu.

- Permiso - dice educadamente y me mira. - Venía a dejar la tirita para la Señorita Scarlett.

Mirando a Mike y prácticamente pidiendo permiso con la mirada. En parte lo entiendo, él es el jefe pero es obvio que le da respeto.

- ¡Hola, Edu! Si adelante - responde Mike

Edu entra y me entrega el sobre dandome una bonita sonrisa tímida, es un chico con un rostro atractivo por algo está en recepción.

- Muchas Gracias, eres muy amable - añado amistosamente...

- No es nada para eso estamos los compañeros - volviendo a sonreír y de reojo mirando a Mike.

- Edu, nesecito la lista de clientes que han reservado este fin de semana - ordena Mike.

- Vale, se lo enviaré a su correo...

- Perfecto.

Edu me da una última mirada y se retira despidiéndose sin decir nada más.
Mike me mira y comenta...

- Creo que le gustas.

Abro los ojos y respondo.

- Simplemente ¿por qué es amable?

- Te quiere en su cama.

Me rio porque su teoría no tiene ni pies, ni cabeza...

- Eres un mal pensado

- ¿Apostamos?

- ¿Qué?...¡No! Jamas apostaría

- Estoy seguro que si no hubiera estado aquí, ahora mismo tendría tu número.

- Trabajamos juntos, normal que quiera hacer amistad...

Mike me mira intensamente con esos ojazos que me vuelven inestable últimamente. Se acerca y se pone de rodillas cogiendo mi pie que lo tenía desnudo con la intención de ponerme la tirita para que se traguen lo del zapato.

Ese mínimo contacto con mi pie hace que se me erice la piel y el calor se apodere de mi cuerpo porque sus insinuaciones estos días han sido más que evidentes y no las he pasado por alto.

- ¿Qué haces? - pregunto sin dejar de mirarlo...

- Habrás pasado frío al entrar descalza por todo ese recorrido - tocando mi pie y dándole un fuerte masaje en la parte del medio. Sintiendo como desliza sus dedos por el borde de mi pie, Se me escapa un pequeño gemido de lo bien que se siente ese masaje, Instintivamente cierro los ojos.

- No he pasado frío, sin embargo adoro los masajes en los pies...- susurro

- Y a mi me encanta hacerlo - volviendo a presionar por el medio con fuerza que me hace dar un respingo.

- Tengo que ir donde el gestor - murmuro en voz baja, porque tenía cita con él, hoy.

Su mano sube a mi tobillo masajeando hasta la parte de la rodilla, mis piernas están descubiertas porque estoy con una falda de tubo.

- ¿Mejor ahora? - pregunta...

- Sí - susurro en un hilo de voz...toda esta situación nos ha calentado de alguna manera que mis ojos no se apartan de los suyos y miró sus labios porque me llaman como si fueran imanes.
¿Qué demonios esta pasando?

Él me quita la tirita que tengo en una de mis manos y me la pone en la parte atrás del tobillo. Se levanta...

- Yo también tengo una reunión a las afueras de Boise...así, que nos vemos más tarde.

Asiento con la cabeza y me pongo mis zapatos cortando todo el contacto visual que tenía antes con él.
Siento mi rostro enrojecer porque es evidente la tensión que hay en el ambiente. Una tensión que no sé hasta cuándo podré aguantar para no lanzarme a él.

- Hasta más tarde - respondo disimulando que no me afecta para nada su presencia y lo que acaba de pasar.

Definitivamente esto último que ha pasado con Mike me ha puesto muy caliente que hubiera deseado traer a mi amigo fiel conmigo, encerrarme en el baño y que calme esta calentura que tengo en mis partes bajas.

Lo más probable es que lo cumpla una vez que llegue a casa porque es la única manera de poder mantener la cordura frente a Mike.

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