Después de bañarme y de ponerme ropa, voy a la cocina.
–Ah, hola Leo, ya iba a despertarte –dice Morgan mientras está esperando el café.
–No las escuche entrar, perdón mamá.
–Perdón, no fue nuestra intención, solo veníamos a desearte un feliz inicio de curso en la universidad –dijo al otro lado de la sala mi madre Cris.
–No te preocupes, lo entiendo.
–¿Y Fran, va a venir o vas a ir por ella? –dijo Morgan un poco preocupada, sirvió un café en unas tazas, le da una a Cris y otra a mí.
–Se supone que... –me interrumpe la rubia de la que estamos hablando.
–¡Hola familia! –habla Fran, con una sonrisa cómo la que siempre trae. En eso mis mamás la fueron a saludar dándole un beso en la mejilla– ¿Y, de que hablaban?
Me doy de cuenta de su conjunto de ropa, trae una coleta en su cabello rubio ondulado, tenía una camisa campesina color blanca, una falda color gris con medias negras, en su cuello llevaba una bufanda color beige, bajo mi vista en sus zapatos y vi que traía unos converse negros.
–De ti justamente –sonrío a medias, ella sonrió aún más– ¿y ese conjunto? –pregunto levantando una ceja, señalando su ropa.
–¿Qué tiene? Me quiero ver bien el primer día de clases –se encoge de hombros.
–Déjala, Leonardo. Se ve hermosa como siempre. –la defiende Chris.
–Eso ya lo sé, pero ¿tenis con falda? –señalo su falda.
–Si ¿y qué? A mí me gusta cómo me veo y es lo único que me importa –habla desafiante, pero no le sigo el juego–. Gracias Cris, es bueno saber que alguien no me juzga.
–No te estoy juzgando solo digo que.... Aggg, olvídalo.
–Ustedes parecen hermanos –escucho decir a Morgan. Pongo los ojos en blanco–, bueno en realidad son hermanos, siempre te considere una hija, Fran. –sonríe.
–Yo a ustedes siempre las considere una familia –abraza a Cris y a Morgan–, gracias por decirme eso, es muy significativo para mí.
Ya inició su dramatismo, genial. Me digo con sarcasmo.
–Tú, Marcos y Leo son nuestros hijos, ¿entendiste?
–Agh... ¿con Marcos igual? Si de por sí aguanto a Leonardo Fabricia ¿tengo que aguantar a Marcos Antonieta? ¿No puedo ser hija única? –dice poniendo los ojos en blanco.
Me causa gracia el nombre que nos puso desde el primer día que los tres estuvimos en mi casa, aunque no pienso decirlo en voz alta.
–Lo sentimos, pero siempre serás nuestra favorita –Cris le da dándole un beso en la mejilla.
Fran se voltea a verme con cara de tómala bitch, a mí me quieren más que a ti. Pongo los ojos en blanco.
–¡Sigo aquí! –volteo a verlas.
–Lo sabemos –Morgan voltea a verme–, igual te queremos, hijo. –me da un beso en la mejilla.
–Bueno,vámonos que tenemos que pasar por tu noviecita y por Marcos Antonieta. –habla Fran un poco fastidiada.
–Creí que te caía bien Nicole.
–Si me cae bien, pero aun así –se encoge de hombros–. Apúrate no quiero llegar tarde.
–Tiene razón Fran, aprende algo de ella Leo –habla Morgan. Fran me ve con una sonrisa victoriosa.
–Ya vámonos, Fabricia. –remarca el nombre y se va. Ahora sí me empieza a sacar de mis casillas.
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| ¿Hay química entre nosotros? | Trilogía Polos Opuestos | Parte I |
Fiksi RemajaLeo el nombre y el libro se me cae de las manos. ¡Lo recordé! ¡Mí memoria volvió! Salgo corriendo de la casa esperando a que no sea muy tarde...