Capítulo 15- ¡Hyung! ¡Por fin has conocido al suegris!

1.9K 318 157
                                    

Jin's pov

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jin's pov

Era martes y estaba con Namjoon en una pizzería cercana a Winter Spices.

Desde que habíamos comenzado esta especie de relación, el simio pasaba a buscarme todos los días, y luego íbamos a algún sitio, ya fuera a mi casa o a comer por ahí, para más tarde llevarme hasta el restaurante.

Los pasados jueves y viernes estuvo conmigo durante el horario de prácticas, pero ahora, como ya había empezado nuevamente sus clases, no tenía tanto tiempo libre, y evidentemente, no se quedaba. Eso sí, a las 8 en punto me esperaba en el callejón y me acompañaba a casa.

Francamente, me estaba convenciendo, pues, además de la atracción mutua, me divertía un montón con él, pero había pasado muy poco tiempo, por lo que tenía que seguir haciéndome el duro un tanto más antes de darle una oportunidad.

Quedaba una hora para que empezase mi turno, y estábamos haciendo el tonto. Yo ya iba por mi segunda pizza, pues aunque eran grandes, estaba demasiado hambriento.

- Joder Jin, sí que comes - Comentó gracioso, justo cuando me disponía a llevar a mi interior un trozo en forma de triángulo de la deliciosa masa. Me encogí de hombros, y lo metí completamente, llenándome mi cavidad bucal todo lo que pude, hasta parecer un hámster - Vaya princesa, te cabe un montón en la boca - Dijo esto sonriendo ladino, para acto seguido guiñarme un ojo, causando que me atragantara luego de comprender el doble sentido de su aparentemente inocente comentario, tanto que comencé a toser y pequeñas lágrimas escapaban de mis ojos.

Definitivamente era un jodido pervertido.

Para socorrerme, empezó a dar palmaditas en mi espalda, y me tendió un vaso de agua. En cuanto pude tragar le lancé una mirada asesina, para acto seguido gruñir:

- Eres un cerdo - Y como os podéis imaginar, él simplemente comenzó a reír y me revolvió el pelo, sin ningún tipo de vergüenza.

- No, pero ahora en serio, ¿cómo puedes comer tanto? Las pizzas de aquí son enormes.

- Tengo hambre, déjame.

- No si a mí me da igual, de hecho, muchísimo mejor, así voy haciéndome una idea de lo que me espera cuando seamos novios.

- ¿Cómo estás tan seguro de que vamos a llegar hasta ahí? - Pregunté alzando una ceja.

- Pues porque estoy siendo buen chico - Respondió con fingida inocencia y terminando con un puchero. Yo reí y negué con la cabeza, pues él era incorregible. Tomé otro trozo, y esta vez, le di una mordida en lugar de comerlo completo - Por cierto, ¿te apetece quedarte esta noche en mi piso?

- ¿Tu departamento?

- Pues sí.

- ¿No habías dicho que tu padre volvía hoy?

¿Tienes un momento?| NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora