Jin's pov
La sonrisa de idiota no podría quitármela absolutamente nadie.
Y es que las cosas con Namjoon iban jodidamente bien.
Habíamos pasado un día asombroso en la playa, solos él y yo, como hacía tiempo que no hacíamos. Bueno, nosotros vivíamos en la misma casa, así que técnicamente estábamos juntos siempre y cuando no tuviésemos escuela o trabajo, pero... Vosotros me entendéis.
El caso es que todo estaba yendo de puta madre, y a decir verdad, me sorprendía, porque realmente pensé que el incidente de la oferta de trabajo ocasionaría muchísimos más problemas, pero aparentemente, el simio terminó comprendiendo mi punto, pues ni siquiera había preguntado o vuelto a sacar el tema.
Ahora mismo estaba en mi horario de descanso, hablando con Youngjae de lo genial que estuvo el día anterior, y riéndonos de Namjoon por su detalle de prepararme el desayuno.
Que sin duda, viniendo de él, era un acto súper significativo, pues la cocina no era santo de su devoción y todos éramos conscientes de ello, incluso la pobre María de las Mercedes... Que en paz descanse.
- ¿Entonces ya todo está bien?
- Genial.
- ¿De verdad?
- Que sí, tranquilo - El castaño estaba ligeramente preocupado, pues por su "culpa" Namjoon había terminado enterándose de lo de Francia, y evidentemente le había reclamado. Aunque tampoco le armé un escándalo, pues igual, tarde o temprano lo hubiese descubierto, ya que básicamente todos en cocinas lo sabían. De hecho, yo ni siquiera le llamaría un regaño, simplemente le dije "Eh tú, tu novio le ha contado lo de mi propuesta al mío, idiota", y ya está, así de simple, aunque ya sabéis que mi amigo podía llegar súper exagerado si se lo proponía... Casi tanto como yo.
- Uff, menos mal - Suspiró dramáticamente.
- Si hubieras visto la cara que puso cuan- La vibración proveniente de mi móvil, que se encontraba guardado en mis pantalones, interrumpió mi frase - Oh, espera, dame un segundo.
Me puse de pie, y salí al callejón para poder hablar más tranquilamente con...
Bueno, decía número desconocido.
Así que, intrigado por la identidad de la persona que llamaba, contesté el teléfono.
- ¡HYUUUUUNGGGGGGG! - El horripilante chillido de Taehyung me hizo apartar el artefacto de mi oreja, en búsqueda de evitar quedarme sordo.
- ¿Por qué mierda gritas Tae? - Gruñí.
- Oh... Pues no lo sé - Rodé los ojos. A pesar de saber que ese tipo de comportamiento era altamente común en el castaño, no podía evitar frustrarme cada vez que hacía cosas así - Bueno, no importa. ¿A que no sabes qué?
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¿Tienes un momento?| Namjin
Hayran Kurgu- Jin, esto te ha quedado delicioso... ¿Echamos un polvo? Por culpa del maldito Taehyung, su zumo de fresa y la ventana de la casa de los abuelos de Hoseok, ahora Jin tiene a un moreno enorme, torpe, guapo, sexy hasta morirse y con unos lindos hoyue...