Capítulo 18- ¿Quién es Edmundo?

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Nam's pov

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Nam's pov

Estaba sentado en la isla de la cocina viendo a Jin preparar el ramen. Al final, había terminado él haciendo todo el trabajo, así que en lugar de incomodarle, me senté como un niño bueno a esperar.

Me parecía fascinante su presencia ahí. Era como si fuese su casa, como si hubiese vivido aquí toda la vida y eso me encantaba, me gustaba que se integrara tan bien con todo lo que tuviera que ver conmigo.

Se veía tan guapo con el pelo aún húmedo y escurriendo pequeñas gotas que le mojaban ligeramente la camiseta...

Mi camiseta.

A partir de ese momento, verle llevando mi ropa se convirtió en uno de mis fetiches. Despertaba en mí un sentimiento de posesividad increíble, y lo adoraba.

- Namjoon, ¿me estás escuchando? - La preciosa voz de mi princesa me sacó de mi burbuja, y parpadeé varias veces.

- Lo siento, ¿qué decías? - Él rodó los ojos, de verdad que adoraba cuando hacía eso.

- Que ya esto está. Coge una botella de agua en lo que yo llevo los platos a la sala - Respondió agarrando los cuencos humeantes de los fideos, y yo asentí con la cabeza, para instantes después acatar su orden, y salir detrás de él. Nos sentamos a comer en el sofá, y yo no dejaba de mirarle. Las pequeñas cosas que hacía me resultaban cautivadoras. Verle succionar los fideos hasta llenarse los mofletes al punto de parecer una ardilla, soplar el caldo porque estaba demasiado caliente, o simplemente observar sus labios rojos por la temperatura del alimento, suponía un placer enorme para mí.

Y si Jin normalmente me parecía hermoso, verle desnudo en el baño me hizo pensar que era un puto ser divino enviado por Dios a la Tierra para volverme idiota. Su piel normalmente blanca, estaba ligeramente sonrosada por el vapor del agua, y coincidía con el color de su miembro que se veía totalmente apetecible. Me lo había imaginado así un montón de veces, pero la realidad resultó ser muchísimo mejor que mi imaginación, y si ya estaba embelesado con la imagen de su cuerpo expuesto, me quedé aún más tonto cuándo se puso rojo como un tomate por la vergüenza.

Definitivamente Jin era la criatura más adorable del mundo.

- ¿Desde cuando vives solo? - Preguntó, sacándome una vez más de "Seokjinlandia".

- Pues desde un poco después de que papá se casara por segunda vez, hace casi cuatro años. Por cierto, pasó por el local ¿no? - Asintió con su cabeza - ¿Y qué te pareció?

- Pues que era súper simpático y una versión más vieja de ti - Contestó con una sonrisa.

- Eso dicen todos.

- También conocí a tu madrastra... Me pareció muy amable... - Comentó con cierta inseguridad, seguramente porque pensaba que me llevaba mal con ella o algo.

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