- Jin, esto te ha quedado delicioso... ¿Echamos un polvo?
Por culpa del maldito Taehyung, su zumo de fresa y la ventana de la casa de los abuelos de Hoseok, ahora Jin tiene a un moreno enorme, torpe, guapo, sexy hasta morirse y con unos lindos hoyue...
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Jin'spov
- No sé si deba decirte esto pero, Namjoon ha ido a buscar a Dong Sun.
Mierda.
Mierda.
Mierda.
Una vez escuché esas palabras, colgué inmediatamente el teléfono y comencé a correr como Usain Bolt, aunque sin una dirección fija, pues no tenía ni puta idea de dónde buscar al simio.
Sin embargo, si antes tenía prisa por encontrarle, ahora estaba jodidamente desesperado. No solo quería verle para decirle que me perdonara, y que jodidamente le amaba, sino que tenía que impedir que hiciese una locura.
Namjoon podía ser muy impulsivo y me daba miedo que en su enfado, fuera y le diera una paliza a Dong Sun. Él solía ser una persona relajada, pero cuando estaba molesto, era capaz de tornarse sumamente violento.
Y yo sabía eso con certeza porque llevaba casi 9 meses a su lado.
Joder, fui un maldito estúpido, 9 meses de amor, de confianza, de todo, 9 meses que dejé irse a la mierda por no creerle.
Pero lo solucionaría, como que mi nombre era Kim Seokjin.
Así que, como ya os había dicho, corrí. Parecía un puto loco moviéndome de aquí para allá, y técnicamente lo era, porque a nadie en su sano juicio se le hubiese ocurrido buscar a una persona en el puto centro de Seúl de esa forma, no obstante, estaba tan ansioso por encontrarle que ni siquiera me detuve a pensar.
Cuando ya llevaba corriendo 20 minutos que parecieron los más jodidamente largos de mi vida, me detuve a tomar aire. Mi cara estaba roja, el sudor bajaba por mi espalda y me pegaba el flequillo a la frente. Me doblé y apoyé mis manos en los muslos, respirando pesado y tratando de recomponerme.
Estuve un buen rato mirando al suelo, pero una vez alcé la vista, noté dos figuras a lo lejos que avanzaban en mi dirección. Uno de ellos era alto y rubio, de piel clara. Pero el otro era moreno, fornido, con un precioso pelo gris. Y no necesité nada más para nuevamente comenzar a correr, pero en esta ocasión a sabiendas de dónde se encontraba mi objetivo.
- ¡NAAAAMMMMMJOOOOOONNNNNN! - Grité tan alto que pensé que mi garganta iba a explotar, pero me daba igual, solo quería llegar, y por eso aceleré el ritmo mucho más si era posible, y no pude frenar hasta que di con su cuerpo. Evidentemente, la inercia no permitió que parara inmediatamente, así que por la fuerza con la que venía, los dos terminamos cayendo estrepitosamente en el suelo - Dios mío Namjoon, lo siento, lo siento de verdad, lo siento, siento no haberte creído yo- En cuanto le tuve delante comencé a hablar, pero me puso una mano en la boca, deteniendo de esta forma mi discurso. Luego se incorporó, quedando sentado, y con él, yo también lo hice, lo que en lugar de hacerlo en la acera, fue sobre sus muslos.
- Jin, cálmate, respira - Inalhé profundamente, aún con su palma sobre mis labios - ¿Mejor? - Asentí - Vale, ahora habla.
- ¡NAMJOONLOSIENTOMUCHOPORNOHABERTECREÍDODIMEQUENOHASMATADOADONGSUN! - Pero una vez más empecé a hablar a la velocidad de la luz.
