Capítulo 9

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Al salir del instituto me dirigí hacia la cerrajería.

-Buenas tardes señorita.- Dijo el señor que me había atendido en la mañana.

-Buenas tardes.

-Su llave.- dijo tendiéndomela luego de buscar unos segundos sobre su mostrador.

-Gracias. ¿Cuánto es?

-Son 7 dólares.

Luego de pagarle, estaba a punto de irme hasta que recordé que le había pedido revisar mi cerradura.-Por cierto, mi cerradura, no hay que cambiarla o algo, ¿no?

-Sobre eso, mi hijo irá a verla en unos minutos, solo espero a que salga del instituto.

-Okey. Adiós.

-Adiós señorita.

Estaba muerta. Al llegar al departamento pensé que podría acostarme, pero debo esperar a que revisen la cerradura y poder estar segura de que nadie entrará a robarme.

Un par de toques en la puerta me sobresaltaron.

-Hola.- Dijo el Rubio alto que se encontraba detrás de esta.

-Hola.

-Eres… am… ¿Nilia?

-Killian.-Respondí con un tono un tanto Reprochador.

-Sí, bueno soy hijo del señor Herssen de la cerrajería.

-Okey. Es esta puerta.-Me di la vuelta y con un movimiento de cabeza la indiqué.

-Puedes ocuparte de tus cosas. Cuando termine te avisaré.

Asentí y me giré. No sabía bien que era lo que tenía que hacer, asique me puse los audífonos y me senté en una silla de la cocina a mirar Instagram.

Luego de un par de minutos, sentí que alguien tocó mi hombro.

-Ya está. No tiene daños, pero está muy desgastada. Lo mejor sería cambiarla.

-Okey, mañana voy a hablar con tu padre, ¿Cuánto te debo?

-Nada, cortesía de la casa por ser nueva en el vecindario.- Lo dijo como si estuviese programado para ser “gentil”.

-Gracias.

Al terminar de decirlo me levanté y pasé frente a él indicando que lo acompañaría hasta la puerta.

-Adiós.- Dijo al estar del otro lado del umbral.

-Adiós.- Iba a cerrar la puerta cuando su brazo detuvo mi acción.

-Soy Derian.

Con un movimiento de cabeza, mirando sus ojos grises asentí y cerré la puerta despacio.

-¡Está muy bueno, joder!- Dije en un susurro pegada a la puerta que minutos atrás había tocado el precioso chico rubio.

¿Me lo tiraría?, Me lo tiraré.

Dejando de lado mis pensamientos impuros, tomé una ducha y me acosté a dormir. Podía tomar una siesta de dos horas antes de ir al trabajo.

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-Hola.- Exclamé entrando en el bazar.

Extrañamente no había nadie, solo Lucas con su típica camisa y sentado tras el mostrador.

Hola Killian, hoy te toca limpiar los pisos y acomodar la sección “hot”.- Hizo comillas con sus dedos al referirse a la sección menos hot del mundo. En un bazar hay de todo decían, sobre todo para los acostones decían, pero no. En el nuestro solo habían máscaras baratas, consoladores y algún que otro disfraz.

Almas Rotas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora