Capítulo 2.

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Donghyuck dormía plácidamente en su apartamento, no debía ir a trabajar, por lo que se había permitido el lujo de dormir hasta tarde.


Con lo que no contaba era la visita que recibiría a las 7 de la mañana ese mismo día.


Abrió los ojos irritado. Se levantó de la cama y salió desganado del cuarto dirigiéndose a la puerta, abriéndola más tarde.


—¿A qué mierda te dedicas?


—Buenos días a ti también, Jeno, ¿qué haces aquí? —cuestionó sorprendido, frotándose un ojo.


—Venir a regañarte —frunció el ceño y entró al apartamento. —Donghyuck... fui yo el que te recomendé para este caso, no puedes arriesgarte para que te descubran, no estás tenindo cuidado.


—No me va a descubrir, dejad de darle tanta importancia —comentó Donghyuck.


—No es que le demos demasiada importancia, es que tú le das muy poca —el menor rodó los ojos ante el comentario —Donghyuck, ese chico es peligroso. No sabes la cantidad de mierda que tiene a sus espaldas.


-Ya, bueno, y tú tampoco, se supone que por eso estoy aquí, ¿no?


—No, Donghyuck, estás aquí para poder justificar ante un juez que la información que tenemos es cierta.


—Me gustaría tener esa información.


—¿Cómo?


—Estoy dando palos de ciego, no sé qué es lo que estoy buscando exactamente y por eso mismo hice lo que hice, sé que ha hecho cosas malas, pero hasta el momento lo único que le he visto hacer que no le corresponda a alguien de su posición, es su atrevimiento. Jeno, llevo dedicándome a esto ya más de un año y me he metido en muchísimos asuntos con gente mucho peor. Sé lo que estoy haciendo. Voy a hacerlo a mi manera y a pasaros lo que tenga.


—Y si te mueres, pues te has muerto y ya está, ¿no?


—Efectivamente —respondió Donghyuck, ya enfadado.


—bien, haz lo que quieras.


—¿Por qué antes confiabais tanto en mí y ahora no?

—¡Porque te estás saltando las reglas! No estás siguiendo lo que te dijimos.


—Pues haber traído al lameculos de Renjun, ¿a mí qué me cuentas?


—Pues tal vez debería.


—Bien, pues ya es tarde.


—Bien.


—¡Bien! Y ahora fuera de mi casa.


—Esta no es tu casa, idiota.


—Yo soy Haechan y ahora esta casa es mía. Fuera.


Jeno rodó los ojos saliendo del apartamento haciéndose notar mientras daba un portazo.

Ambos se conocían desde su más tierna infancia, habían estudiado juntos toda la escuela, la secundaria e incluso fueron a la misma facultad, siendo los dos graduados con honores con Summa Cum Laude y ninguno de los dos tardó en ser contratados para ese trabajo. Se conocían mejor que ningún otro en la empresa. Discutían constantemente pues eran como hermanos. Jeno solo quería proteger a su hermano pequeño y Donghyuck solo quería que Jeno lo dejara en paz.


Donghyuck se tiró al sofá mirando a un punto fijo, notando por la vibración de su terminal cómo le llegaba un documento adjunto con el asunto "No hagas que me arrepienta". Sonrió, pues ya tenía en sus manos la información para poder sonsacarle a su jefe todo en lo que estaba metido.







Top Secret | MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora