Fuiste mía - Palermo

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6 años antes de la hora 0

Lucía de Fonollosa se encontraba en un bar de Florencia , a un lado suyo se encontraba su padre Andrés de Fonollosa esperando al amigo de este, Martín Berrote, ya que Andrés se había decidido a ir por él Oro y si alguien podía lograr sacar el oro del banco era Martín el ingeniero, Lucía la experta en combate jiu-jitsu y con armas, Sergio no había querido ir el seguía con su plan de la Fabrica de Moneda y Timbre mientras Andrés bebía wisky su hija aunque ya mayor de edad bebía una limonada, no podía beber alcohol ya que estaba medicada, la carga genética de los Fonollosa era complicada, Andrés con una enfermedad terminal diagnosticada y su hija con Trastorno depresivo mayor, ideazion suicida y conductas autodestructivas desde que supieron que Andrés iba a morir ella había desarrollado ansiedad y ataques de pánico, lo cual controlaban con medicación y nunca se quedaba sola, la madre de Lucía había sido detonante para la situación ya heredada de su hija, la maltrataba, golpeaba y muchas cosas mas, a los 15 Andrés logró llevarsela con él y desde entonces siempre se acompañan.

Lucía.- ¿En serio? Aunque sea una copita de vino anda no seas así.

Andrés.- No y es mi última palabra, es mas porque no vas a platicar con alguien.

Lucía.- No veo nadie medianamente agradable o apuesto para hacerlo.

Andrés.- Te quedaras sola si sigues así.

Lucía.- Mira que tu seas un Don Juan no quiere decir que yo sea igual- se queda pensando- es mas hagamos un trato yo voy y hablo con quien sea y me dejas beber una sola copa.

Andrés. - Qué te hace daño con el medicamento - piensa aunque de verdad quiere que su hija se abra mas sea un poco menos introvertida -vale ve habla con quien sea aunque sea presentate de nombre intercambia el número o algo y beberas solo una.

Lucía. - Vale - se levanta y se dirige a la otra parte del bar y se sento en un sillón que estaba pegado en una pared donde había poca luz y poca gente- quizas ya se enfado de mi, no fue buena idea venir debí quedarme en casa.

Martín. - Y mas si vienes a un bar a hablar sola che - siente como alguien se sienta a su lado.

Lucía.- Mientras no escuche que me contesten en mi mente esta bien, eres argentino.

Martín.- Y tu suenas Mexicana.

Lucía. - Me refiero a que tu acento es mejor que el mio, bueno no es como que se hable todos los días con un Argentino, en mi caso con un extraño y mas de 2 palabras pero hice una apuesta.

Martín.- ¿Hablar con un Argentino?

Lucía. - Hablar con alguien y conseguir un número para beber una copa de vino.

Martín.- Te puedo dar de la mía si tanto gustas - le extiende la copa.

Lucía. - Eso se ve muy sospechoso, pero no, es por otra cosa algo personal.

Martín. - Bueno no, che me presentó y te doy mi numero.

Lucía. - Vale - saca su celular y se lo da.

Martín.- Podría correr y llevarmelo petisa - ve como la chica tiene su movil en las manos- la concha de tu madre ¿Como?

Lucía. - Nada de preguntas personales anda pon tu número y que tenga tu movil ah, un talento oculto.

Martín. - Listo aquí tienes- se cambian los moviles- ¡Por la tia lora!

Lucía.- ¿Martín? ¿Berrote?

Martín. - Eres la hija de Andrés un gusto pendeja - la abraza y ella le da un beso en la mejilla.

Lucía.- Un gusto Martín.

Palermo Y Berlín (Rodrigo y Pedro) - One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora