Fui tuyo (Palermo)

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Solo eso faltaba uno más, un integrante con corazón, que el impulso fuera su mejor factor, alguien que rompiera las reglas del profesor y convirtiera esa rebeldía en su fortaleza, ese integrante necesario para con su tragedia impedir las ajenas.

Lucía.- Hola a todos me presento soy Münich.

Cada uno de ellos se presento, estaban en la fiesta de Estocolmo apenas iban a comenzar a comer cuando la chica llego, todos se presentaron exepto Palermo el cual seguía sin decir nada.

Nairobi.- Disculpalo el señor aquí es un misógino no esperes cortesía de él.

Bogotá le dio un sopapo a Palermo sacándole de su ensoñación, no sabía que decir ni que hacer, de verdad la había extrañado, el había construido una barrera emocional, y en la banda se sabía de sus gustos y su misoginia pero ahí estaba el amor de su vida, al carajo no la dejaría ir de nuevo.

Palermo.- Bogotá muevete de tu silla por favor - dice mientras el se levanta de la silla sin darse cuenta del por favor - petisa hija de la re mil putas, 3 años.

Sin ella esperarselo el la abrazo escondiendo la cara en su cuello, la abrazo de manera fuerte y ella recargo su cabeza en su hombro como lo había extrañado, él la solto.

Palermo.- Debes de tener hambre - se limpio la lágrima que se le escapo - vení.

Lucía.- La verdad es que sí- toma una caja- Estocolmo esto es para ti.

Estocolmo.- No era nece...

Lucía.- Mi padre bien decía no te coles a una fiesta sin una buena botella de vino de la Provenza.

Bogotá.- siéntate anda aunque no creo que te guste.

Lucía.- Verdura cielos, bueno no creo morir por comer un poco.

Palermo.- Sientate aquí- le recorre la silla y ella se sienta entre Palermo y Bogotá- te traeré algo de carne del día de ayer.

Bogotá.- A mi también

Palermo.- ¡Sirvetela tú che no soy tu sirvienta - toma la maleta de Lucía y se la lleva.

Tokyo.- ¡Gilipollas!

Lucía.- ¿Quién?

Nairobi.- Palermo, ese tio es un pesado.

Lucía.- Tiene caracter - dice mientras bebe de su copa de vino- es como una pintura de Da Vinci, la ves y dices que cosa tan enigmática y complicada, pero una vez que puedes ver las pinceladas en el oleo la comprendes y hasta la adquieres.

Denver.- Debo de preguntar, las dudas no son pa'mi y ya se ese embrollo de no saber nada personal pero tía de quien eres hija.

Lucía.- De dos tios muy complicados, mi padre era Andrés de Fonollosa.

Nairobi.- ¡LO SABIA!

Profesor.- Nada de pre...

Lucía.- Sabes que tus reglas a mi no me van profesor además como no encariñarse con esta banda si molan mucho.

Nairobi.- Dejame decirte que estas muy mona.

Tokyo.- ¡Y muy buena!

Lisboa.- Dejen a la niña.

Bogotá.-¡Además a ella le van los tíos! Medio maricones pero.

Lucía.- ey alto no me lo ofendas.

En eso llega Palermo, le pasa un plato con distintos cortes de carnes y quesos y se lo deja en la mesa.

Lucía.- Gracias como extrañaba esto.

Palermo Y Berlín (Rodrigo y Pedro) - One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora