Capítulo 50: Besos caídos (Final)

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— Perth, di algo para la cámara.

La cámara hizo un giro de ciento ochenta grados antes de enfocarse totalmente en el rostro sonriente del alto muchacho, que agitó una mano y dejó de moverse al ritmo de la música para centrarse en el lente que lo estaba filmando.

— Estoy muy alegre por esto, todavía no puedo acostumbrarme a la idea. He conocido a Singto por tanto, tanto tiempo y la verdad es que jamás imaginé que esto terminaría sucediendo, ¡todo menos esto! Pero creo que es lo mejor que puede haber pasado, solo hay que verle la cara que se trae para saber que está feliz — se acercó lo más que pudo, gritando para que su voz se escuche entre el enorme bullicio, mientras Tay movía la cámara entre sus manos — Nunca lo he visto tan feliz como ahora y espero que todo continúe igual de bien de ahora en adelante. Mis más sinceras felicitaciones, Singto, sabes que te considero como un hermano.

Perth continuó sonriendo de la misma emocionada manera y exhaló, recibiendo una copa de uno de sus conocidos.

— Me han dado ganas de casarme, Tay. Casémonos.

— ¿Nosotros? ¿Tú conmigo? ¿O por separado? — la cámara giró bruscamente y el rostro del pelinegro, que intentaba hacer los gestos de un fanático desesperado, apareció de inmediato — Por Dios, Perth Tanapon me está proponiendo matrimonio, ¿han escuchado? Pero lo siento, soy hetero.

— Por separado, idiota.

La cámara dejó de enfocarse en el más alto y siguió avanzando a través de la multitud, capturando a todos los invitados, que se movían de un lado a otro sin descansar, riendo y gritando. Algunos, se tomaban el tiempo de agitar la mano hacia el lente y otros, simplemente continuaban bailando, empujándolo. Pero si había algo en lo que todos coincidían era en que estaban demasiado contentos.

— Bueno, son exactamente las doce de la noche, ¿o debería decirse madrugada? Y la música es buenísima, hay demasiada gente y el lugar es maravilloso. Todo es tan... americano, posiblemente vaya a hacer turismo después, cuando haya tiempo. Ahora intento encontrar a Singto o a Krist, pero no los veo por ninguna parte — la cámara se detuvo y de pronto, empezó a moverse a carreras hacia un ángulo específico — Oh, miren, es Kimmon Vadorom.

Se acercó hacia el muchacho sentado en una esquina, acompañado de algunos de sus amigos, y apuntó la lentilla a pocos centímetros de su rostro, haciendo la toma perfecta. Kimmon dejó de mirar la pantalla de su celular y elevó la cabeza, dándole una mirada poco amigable.

— Estoy filmando, ¿algunas palabras?

— Kit, sé feliz, por favor — alcanzó a mascullar e hizo una mueca similar a una sonrisa antes de volver a centrarse en la pantalla de su aparato móvil.

— Está bien, Kimmon, no llores, por favor, eso no es bueno para las cámaras.

La imagen del muchacho se disolvió y en su lugar, apareció toda la multitud nuevamente, aunque la cámara solo se esforzaba por centrarse en uno de ellos.

— ¿Off? ¿Algo que decir?

— ¿Algo como qué, Tay? — el muchacho detuvo sus movimientos y se acercó, riendo.

— Algunas palabras para Singto...

— No lo sé, son tantas cosas, hablaré demasiado.

— No importa, solo dilo, lo que sea, lo que se te venga en mente, luego podemos editarlo.

— ¿Todo lo que se me venga en mente? — Off arqueó una ceja y se pasó la mano por el cuello, como buscando las palabras precisas para decir — Realmente, este sentimiento de que un amigo tuyo ha dado este gran paso es asombroso. Recuerdo que él decía que...

Inocencia Pasional [SingtoxKrist]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora