Mis Dos Soles

Capitulo 14: Y tiemblan las flores

Que lo disfruten...

Sai había pasado las últimas dos semanas reuniendo a todos los que podía encontrar; Naruto estaba bastante satisfecho con los resultados. Veintidós fracasos de raíz completamente entrenados se mantuvieron relajados ante él. Sai, que había asumido rápidamente el papel de su mano derecha y el segundo al mando, se situó en la misma postura justo detrás de él. Mai estaba sobre ellos, manejando la tienda y asegurándose de que no fueran interrumpidos.

Ahora podía manejar a dos docenas de personas como creía conveniente, y todo debido a un sello del que sabía muy poco y se había metido en una tienda para evitar las multitudes del concurrido mercado de Konoha. Parece que su suerte estaba empezando a cambiar. Con suerte, esto no sería como las otras veces que las cosas comenzaron a verse bien antes de derrumbarse a su alrededor.

Los ojos púrpuras pasaron rápidamente por encima de las figuras que tenían delante, notando la ropa negra oscura que llevaban todos. No era en lo que él quería que estuvieran, pero no había muchas opciones en este momento. Todos tenían uniformes similares de su entrenamiento de Root y actualmente no tenía los fondos para cambiarlo.

Sin embargo, para lo que sí tenía fondos era para las máscaras que llevaban ahora. Veintidós lobos viciosos le gruñeron, su rostro atrapado para siempre en porcelana blanca. Las máscaras no habían sido baratas, aniquilando la mayor parte de su ahorro y una buena parte que Sai y Mai habían logrado acumular con su pequeña tienda, pero mirando a sus fuerzas, sabía que había valido la pena.

Shizune generalmente lo llamaba ' Pequeño Ladrón', pero hubo una vez cuando ella le contó cómo la gente lo había comparado con un lobo. Durante el resto de ese día ella lo había llamado "Príncipe Lobo" . Y ella no era la única en compararlo con su comportamiento con un lobo. Tanto Dog como Yugao-Sensei lo mencionaron varias veces, mencionando que la mayoría de los ANBU pensaban lo mismo.

Naruto estaba de acuerdo con eso, ser llamado lobo en realidad era bastante halagador, y ahora tenía una manada para consolidar aún más las opiniones de quienes lo rodeaban. Era un lobo, esta era su manada, y serían legendarios.

Pero el momento para eso no era ahora, no cuando todavía eran tan nuevos, tan vulnerables. Por ahora se mantendrían a salvo de las sombras, creciendo dentro de la oculta oscuridad hasta que fueran lo suficientemente fuertes como para permanecer a la luz y bajo el fuerte resplandor del sol. Podrían pasar meses a partir de ahora, pero fácilmente podrían ser años. Importaba poco, Naruto tenía la paciencia suficiente para llevar esto a buen término. Incluso si le llevó el próximo siglo, su manada dejaría una marca en la historia.

Dependiendo de los caprichos de los dioses, incluso puede tener la oportunidad de escribir algo de eso.

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Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había usado algo como esto. Una tela marrón hecha jirones se aferraba a su alrededor, áspera y sucia. Su capa original se le había dado a Mikoto cuando ella había huido de la aldea, pero era poco probable que alguien hubiera podido notar la diferencia. No era fanático de esta capa, prefería mucho la que le había enviado su misterioso padrino, pero eso era demasiado identificativo para su tarea actual. Cuatro lobos se agazaparon detrás de él, cubiertos en la oscuridad del techo que sobresalía. Dos más estaban más cerca del objetivo y media docena de ellos esperaban más adelante.

No había pasado mucho tiempo planeando esto, para ser completamente honesto. No tanto como debería haber considerado lo que estaba tratando de intentar, pero tendría que ser suficiente. Esto no era lo suficientemente importante para él como para garantizar una planificación tan cuidadosa y detallada, pero era algo que tenía que hacer.