Mis Dos Soles

Capitulo 42: un juego adecuado comienza lento

Que lo disfruten...

Las cosas no habían salido en absoluto como esperaba.

Eso no fue nada malo.

Al contrario, se encontró disfrutando de la cena con su invitado. No solo fue esclarecedor, no es de extrañar que hubiera logrado atraer aliados lo suficientemente fuertes como para derribar a uno de los clanes de Konoha de las sombras, sino que fue un cambio agradable tener a alguien a quien pudiera mirar como un igual.

No de estatus, por supuesto, era el jefe de los Hyuuga y el chico solo tenía amigos poderosos, pero sí de habilidad. Realmente había muy pocos jugadores en este juego. Bueno, no exactamente, había muchos, un excedente, de hecho, lo único era que muy pocos eran buenos.

Siempre había pensado que era una maldita vergüenza, porque disfrutaba de los mensajes sutiles y los movimientos ocultos de los que estaba hecho el juego, las promesas y amenazas escondidas por igual en cumplidos y cortesías.

Realmente no había mejor pasatiempo para aquellos como él.

Y ahora realmente tenía un oponente.

Uno digno, además.

Ya estaba tentado a hacer movimientos contra el joven solo para que su juego pudiera comenzar por completo.

Eso, desafortunadamente, fue un movimiento bastante tonto y uno de los más impropios de la cabeza Hyuuga. No, tendría que hacer las cosas correctamente y dejar que el juego se desarrolle a su debido tiempo. Ciertamente sería un juego mejor que si pudiera abstenerse de apresurarse ahora.

Pero, ¡oh, cuánto estuvo tentado de hacerlo de todos modos! El campo de batalla donde sus palabras danzarían y golpearían se reduciría, pero mucho antes serían capaces de jugar.

Y esa era solo una de las razones por las que estaba secretamente agradecido por la acción de su hija y, si ella tenía alguna idea de lo que le había concedido, su percepción. No se sorprendería demasiado si ella tuviera alguna inclinación por lo que estaba pasando, ya que incluso Hinata se había quedado en la cocina hasta el momento en que su invitado regresara con la heredera.

Si la hija que nunca había llegado a la etapa en la que él comenzaría a enseñarle las formas del juego pudiera leer los eventos a su alrededor lo suficientemente bien como para actuar correctamente, no habría forma posible de que Hanabi no lo hubiera hecho.

Es decir, siempre y cuando el chico no la hubiera enamorado completamente.

Hiashi hizo una mueca levemente.

Nunca había tenido que lidiar con algo como esto y nunca se le había pasado por la cabeza como una posibilidad. Sabía que sus hijas se casarían algún día, se esperaba que fueran las hijas del jefe, pero nunca había considerado realmente que ninguna de las dos tuviera intereses románticos.

Especialmente no con el único oponente que había podido encontrar dentro de Konoha. Hiruzen y Danzou estaban aquí, obviamente, pero no solo era una mala forma meterse entre dos oponentes, especialmente cuando habían estado jugando su juego durante tanto tiempo, sino que ir contra el Kage podría considerarse de mala forma y cualquier asociación con Danzou era generalmente visto mal por, bueno, todo el mundo, de verdad.

Todos los Shinobi, al menos, y cualquier civil al que no le importara, no pensarían lo suficiente en el viejo halcón de guerra como para ser visto como un oponente adecuado de la cabeza Hyuuga.

No, ninguno de los dos serviría, pero ahora que había encontrado a alguien, su hija menor, que en realidad todavía era demasiado joven para ese tipo de cosas, parecía estar bastante enamorada de él.