La Tardis se materializó ante ellos, asombrados, pero ninguno más que el Doctor, que dió unos pasos atrás.
-¡Doctor! - exclamó Ámbar cuando un hombre salió, llevaba un largo abrigo marrón.
Ámbar no era muy de abrazar, aunque esta vez lo hizo, tanta era su alegría.
-¿Estas bien? - preguntó el Doctor cuando se separaron-¿qué lugar es este?, ¿quién es tu amigo?
Como siempre, apenas respiraba entre frases, un torrente inacabable de palabras. La chica se rascó la cabeza, intentando encontrar una forma de explicarse. El otro Doctor se adelantó, haciéndose cargo de su confusión.
-Es un lugar no lugar. Ella está bien. Ah, y soy tú. Soy el Doctor. Uno futuro.
El Doctor de abrigo largo, lo miró boquiabierto, luego hizo un mohin.
-¿Y esa cara? - preguntó el Doctor de negro.
-Soy viejo. Otra vez.
-Concéntrate. Tenemos que salir de aquí, antes de que la grieta se cierre definitivamente.
-¿Y qué hay de toda esta gente? - preguntó Ámbar señalando a la multitud.
-No podemos hacer nada por ellos. Cada uno debe encontrar su camino de vuelta - dijo el Doctor viejo sacudiendo la cabeza - terminarían aquí de nuevo.
-Por esta vez, estoy de acuerdo - repuso el otro Doctor - ahora, vamos, a la Tardis, cuantp menos tiempo tardemos en salir de aquí, mejor. Las líneas temporales se estan reajustando.
-¿Cómo llegaste? - preguntó Ámbar, entrando en la Tardis.
-Por una diminuta grieta, siguiendo una débil señal, un pulso distante- repuso ep Doctor de las zapatillas rojas - ¿te dejamos en algún lugar?
-Eso estaría bien. Rastrea la Tardis. Las últimas coordenadas son 853/plátano/012-B.
Con una sacudida, la Tardis se puso en marcha.
-¿La Tardis puede rastrearse a si misma? - preguntó Ámbar sorprendida.
-Lo hace constantemente, si no, podría aterrizar en el mismo lugar, con otro Doctor, de otra época. Es un poco confuso - dijo el Doctor, rasgueando la guitarra.
El otro Señor del Tiempo, miraba a su yo futuro desde el otro lado de la consola, intrigado.
-Hemos llegado - anunció el piloto - voy a salir un rato.
Al poco, se cerró la puerta, dentro, Ámbar no sabía que decirle a ese Doctor.
-Ámbar, al final, sabes que te dejaré atrás - dijo el Doctor pesaroso.
Ámbar suspiró, estiró el brazo, posando su mano en el pecho del Doctor, entre sus corazones.
-Estoy ahí, Doctor; todos estamos ahí, procura no olvidarlo. Un día recuperarás lo que creías perdido, lo que está oculto en tu memoria, porque nada es olvidado definitivamente. Dices que me dejarás atrás, yo te digo, Señor del Tiempo, que mientras vivas, viviré en ti. Y creo que voy a vivir muchísimo tiempo.
-Las líneas temporales se reajustan. Pronto, tal vez, olvide esto - repuso el Doctor, triste.
-No si lo haces canción.
-Ámbar, yo...
Ella le cogió una mano, dándole un apretón formal. Ninguno de ellos eran de abrazar. Sonrió.
-Ha sido un buen viaje, Doctor.
Él salió. Fuera estaba su otro yo, esperando.
-¿Todo bien? - preguntó
-Si. Bien. Cuidala - contestó el Doctor viejo.
-Sabes que lo haré.
-Sí, lo sé.
Y se alejó rasgueando su guitarra, la canción seguía siendo triste, aunque algo menos.
- FIN-
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La Canción
FanfictionDesde las profundidades del tiempo, una canción resuena con fuerza, atrayendo a Ámbar, a un lugar extraño, pero no estará sola, el Doctor la acompaña, pero, ¿cuál? Doctor who pertenece a la BBC, el resto de personajes y ambientaciones son producto d...