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—¡Iugh Klaus! ¡Me estás babeando!— Ben se levanta de la cama de un salto y Klaus sonríe adormilado.

—Oh, es un país libre Ben, y además ésta es mi cama, así que te jodes— dice el número cuatro sin abrir los ojos, con ese tono burlesco que tan bien lo caracteriza.

—Idiota— gruñe Ben mientras se limpia la mejilla con la manga del pijama, pero no hay enojo real en su voz.

Por un momento, ambos consiguen olvidarse de que hoy mismo estarán combatiendo en una misión, pero luego la alarma de misión suena por toda la casa.

—Y eso es todo— resopla Klaus, enderezandose hasta quedar sentado—, adiós a la tranquilidad.

Ben se apresura a vestirse con el traje de misión (sí, dejó uno en la habitación de Klaus porque siempre se preparan juntos para las misiones).

—Klaus, quítate el pijama, tenemos que bajar.

—Wow, invitame a una cita primero ¿no?

—Klaus...

—Sí sí, ya voy.

Mientras se visten y arreglan Klaus no puede evitar ver el temblor en las manos de Ben, constante, como si peleara contra algo.

Sucederá algo malo hoy, es más que un sueño. El número cuatro está cada vez más seguro de ello.

Cuando ambos están listos para salir, Klaus detiene a su hermano tomándolo por el hombro.

—Tal vez deberías... quedarte— le dice, su voz suena insegura, completamente opuesta a lo que suele ser.

—¿Qué? No hay tiempo para tus bromas ahora Klaus— el número seis comienza a lucir ligeramente irritado.

—No bromeo, dijiste que ellos... Ben, puedo ver como te tiemblan las manos, si sientes que no puedes hacer ésto hoy, simplemente no lo hagas.

Ben lo mira con el ceño fruncido.

—No todos podemos hacer como tú y pasar de todo. A algunos nos importan los demás, Klaus— suelta, hosco, y sus palabras se sienten como un golpe físico para el número cuatro.

Ben abandona la habitación. Dios, él no suele hablarle así, solo cuando los monstruos lo tienen irritado. Definitivamente hay algo mal.

Klaus sacude la cabeza, tratando de que esas palabras no lo hieran.

Si fuera otro día, tal vez habría buscado una excusa para no ir o se habría negado a conseguir la información para terminar siendo el vigilante lo más lejos posible de la misión, pero hoy se trata de Ben, y du hermano es demasiado bueno como para permitir que muera hoy.

Klaus sabe que tiene que hacer lo que sea necesario, así que deja los cigarrillos hilados ocultos, lejos de su alcance, y soporta los gritos del fantasma del cuarto hasta que llega al salón principal.

....

Resulta que deben desmantelar el cuartel central de una mafia, o al menos es lo que su padre les dijo. Klaus no confía en él con los datos que les da sobre las misiones, no después de que les dijo que debían ir a una misión de rescate y terminaron peleando con un supervillano peligroso.

Al llegar a la zona, a Klaus le toca la primera parte y es Diego quien camina con él para respaldarlo. Debe hablar con víctimas de ésta mafia, necesita información (número de personas, quién es el jefe, que clase de armas guardan). Técnicamente es fácil, hay muchos muertos de dónde elegir, aunque sería mucho mejor si no se le aparecieran todos de golpe gritando a la vez.

Change | The Umbrella Academy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora