Change | The Umbrella Academy.

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Klaus respira através del dolor y avanza hasta que sus manos temblorosas toman las mejillas de Ben, quién mantiene los ojos cerrados y llora.

—Ben, soy yo, soy Klaus, estoy aquí y no te dejaré, tienes...— se interrumpe por una tos que hace que la sangre se deslice desde sus labios—, tienes que abrir los ojos, Ben, se que puedes ganarles.

Lentamente, Ben abre los ojos, aferrándose al contacto de las manos de Klaus en sus mejillas y sus ojos se encuentran con los de su hermano.

—Klaus— solloza.

—Si, ese soy yo, Bennyboy— sacando fuerzas de donde no las tiene, Klaus le sonríe—. Está bien, respira, puedes hacerlo, respi...ra co... conmigo

Ben obedece, calmandose, y los tentáculos ya no se mueven violentamente.

—Muestrale a esos bastardos quien manda— finaliza Klaus, sus manos se deslizan lentamente de las mejillas de Ben.

Ben grita, pero no de terror, sino con fuerza.

Aún no ha notado la herida de Klaus. Eso es bueno, piensa el número cuatro, él necesita concentrarse.

Los tentáculos se retraen de vuelta de un solo golpe y Ben cae sentado hacia atrás por la fuerza, jadeando por el esfuerzo.

Lo logró.

Klaus jadea dolorosamente cuando el tentáculo sale de él. Él vomita sangre y finalmente cae de espaldas sin fuerzas, tiñendo rápidamente el piso de madera con su propia sangre.

—¡Lo hice!— Ben jadea mirando hacia el techo, aliviado—. Klaus, me salvaste, tú... ¿Klaus?

Entonces ve a su hermano tirando en el suelo con un agujero en el estómago, jadeando y ahogándose con su propia sangre, y el tiempo se detiene.

—No...— murmura. No es posible, definitivamente debe estar inconsciente o alucinando. No, Klaus no...

—¡Klaus! ¡Dios mío Klaus!— está gritando Allison.

—¡Klaus!— grita Luther.

Diego no es capaz de decir una palabra, pero es el primero en llegar junto al número cuatro e instantáneamente pone las manos en el estómago de Klaus para intentar inútilmente detener el sangrado. Las lágrimas caen libremente por los ojos del número dos.

Luther cae de rodillas justo junto a Diego y se agarra la cabeza con ambas manos mientras no puede dejar ver el rostro de Klaus, los labios y la mandíbula manchados de sangre mientras él jadea por aire.

Allison toma una de las manos de Klaus.

—No, no, no— Ben jadea. No puede estar pasando ésto, no a Klaus—. ¡No!— grita, y llega a tropezones junto a su hermano, colocándose del lado opuesto de Klaus del que están sus hermanos.

Ben toma la mano libre de Klaus entre las suyas y la apoya contra su pecho mientras las lágrimas vuelven a caer libremente por sus mejillas.

—Klaus, resiste, por favor, por favor— la voz de Ben se quiebra.

Klaus trata de hablar, pero la sangre y la falta de aire no parecen dejarlo. El suelta un gemido de dolor apagado y sus ojos comienzan a cerrarse.

—¡No! ¡K-Klaus! ¡No t-t-... ¡No te duermas! ¡Aguanta!— Diego grita con una desesperación que nunca nadie ha visto en él. Está llorando y aterrado y sigue presionando sus manos ahora teñidas de rojo en un intento por parar el sangrado.

—Oí... Oí el rumor de que estás sanado— intenta Allison, sus ojos nublados por las lágrimas.

Klaus la mira y trata de sonreírle, y ella llora, porque ahora que más importa, sus poderes son completamente inútiles.