Un Triangulo Amoroso

Capitulo 3: Un cuento de hadas

Después de que decidieron con quien estaría Carl hoy, Lola se puso a pensar que podrían hacer hoy para poder confesarle lo que siente. Para su suerte, el latino le dijo que ya tenía planeado llevarla a un restaurante lo que hizo que la rubia se emocione.

Después de una hora mientras ambos se preparaban vemos a Carl en la sala con un traje blanco y corbata roja esperando a su pareja para ir al restaurante. En eso se escucha abrirse la puerta de la habitación de las gemelas y se ve salir a Lola con un vestido rosa con flores blancas, unos zapatos negros, un collar de perlas y su tiara.

Al pie de la escalera estaba Carl que no dejaba de mirarla por lo bella que estaba. Él extendió la mano mientras Lola bajaba como si fuera una princesa entrando al gran salón para el baile.

Cuando ya llegó abajo, agarró la mano del latino, quien beso la suya con mucha gentileza.

Carl: Te vez muy linda. - le dijo e hizo que se sonrojara.

Lola: Vos tampoco estás mal.

Salieron de la casa y se dirigieron al restaurante. Durante el camino ambos estaban lado a lado y de la nada agarraron la mano del otro y se sonrojaron. Después de unos minutos habían llegado a su destino.

Host (es esa persona que te recibe en los restaurantes y te lleva hasta la mesa): Buenas noches ¿Tienen reservacion? - les preguntó y Lola se preocupó por no tener una pero Carl habló.

Carl: Si, a nombre de Carl Casagrande.

Host: Bien acá esta, mesa para dos. Porfavor siganme. - les dijo y los llevó a una mesa junto a una ventana que daba justo hacia el atardecer.

Lola: ¿Cuando hiciste la reservación? Porque no creo que la hayas hecho hoy.

Carl: Tenez razón, la hice hace un par de días.

Mesero: Buenas noches ¿Que puedo ofrecerle a esta joven pareja? - les preguntó y los dos se sonrojaron.

Carl: Yo quiero los fideos con salsa boloñesa.

Lola: Yo también.

Mesero: Bien. Ya se los traigo. - dijo y se retiró.

Cuando trajo la comida, los dos se pusieron a comer mientras hablaban de los concursos de belleza de Lola y la vida en la ciudad de Carl. En eso se ve que empezaron a mover un par de mesas haciendo espacio en el medio del salón. Entonces escuchan que empiezan a tocar música y varias parejas se paran y empiezan a bailar.

Carl: - se para a lado de Lola y le extiende la mano. - ¿Te gustaría bailar?

Lola al ver ese momento solo le agarró la mano y fueron a la pista a bailar. Estuvieron bailando unos minutos hasta que pusieron un tema lento a lo que Lola rodeó el cuello de Carl con los brazos y este le rodeaba la cadera sonrojado. Bailaron abrazados durante 10 minutos y parecía que estaban en un cuento donde la princesa bailaba con el príncipe. En un momento empezaron a acercarse poco a poco hasta que se unieron en un beso que mostraba todo lo que sentían.

Ambos: Me gustas - dijeron al unisono antes de volver a besarse.

Estuvieron bailando por otros 10 minutos y después volvieron a su mesa.  Cuando volvieron, Lola no pudo evitar preguntar.

Lola: Carl ¿Que te gusta de mi?

Carl: Bueno sos una chica firme que no se deja vencer sin dar pelea, siempre conseguís lo que querés por tu esfuerzo y aunque a algunos les parezcas alguien manipuladora, yo se que tenes un lado dulce y que te preocupas por las personas que te importan.

Esas palabras sonrojaron a Lola y no pudo volver a besarlo. Después de eso, Carl pagó la cuenta y se fueron del restaurante. Como aún era relativamente temprano, fueron al parque para sentarse juntos y hablar.

Después de estar varios minutos hablando, y otros tantos besándose, Lola empezó a pensar en su hermana.

Lola: Carl ¿Te puedo hacer una pregunta?

Carl: ¿Que pasa mi princesa?

Lola: ¿Que pensas de mi hermana?

Carl: ¿Porque? ¿Te preocupa que te olvide?

Lola: No es eso. Es que no se si estará bien con esto. - se señala a ella y a él. - Si tuvieras que elegir a una, ¿A quién elegirías?

Carl: ¿Te puedo decir algo sin que se lo digas a Lana? - la rubia asintió con un nudo en la garganta. - Ella, al igual que vos, me enamoraron desde el primer día que las vi. Y espero, si estás de acuerdo, poder estar juntos los 3.

Lola: Es todo lo que quiero. Que yo y mi hermana seamos felices con el chico que amamos.

Carl: ¿Le gustó también a Lana?

Lola: Ups... Si así es. Más vale que no le digas que yo te dije. - lo amenazó pero al latino le pareció tierno.

Luego de esa charla, se pararon y volvieron a la casa de ella tomados de la mano. Cuando llegaron vieron a la familia Loud sentada en la sala viendo "El barco de los sueños". En ese momento Bobby ve entrar a la pareja y le habla a su primo.

Bobby: ¿Como estás amiguito? Tengo malas noticias. El auto se descompuso.

Carl: ¿Que paso? - pregunta mientras Lana sale de la multitud.

Lana: Yo lo revisé y las bujías están rotas. Podrían conseguir unas nuevas pero tendrá que ser mañana. - le respondió y Carl la miraba como si estuviera orgulloso.

Carl: Que mal. Ahora no podemos volver a casa. - se quejó pero obviamente era mentira porque el lo había planeado.

Lori: Tenes razón y van a tener que dormir acá. Vos Bobby vas a dormir acá en la sala, Ronnie anne vas a dormir con Lynn y Lucy y Carl vas a dormir con Lincoln.

Ronnie: No yo quiero dormir con Lincoln.

Lori: Si vos dormis con Lincoln ¿Donde va a dormir tu primo? - Ronnie solo se enojó pero le dio la razón.

Después de unos minutos todos estaban listos para irse a dormir. Como Carl ya sabía que se iban a quedar, empacó pijamas para sus primos. Bobby solo había agradecido el pijama pero Ronnie había entendido de que él había roto las bujías pero solo lo miraba con una mirada que reflejaba orgullo, por idear un plan tan eficaz, y enojo, por no poder dormir con Lincoln.

Mientras en la habitación de las gemelas estaban ambas hablando de lo que hicieron hoy Lola y Carl.

Lana: ¿Y te saco a bailar?

Lola: Si, es todo un principe. - dijo con un tono de enamorada.

Lana: ¿Y te pidió que fueras su novia o te beso? - en ese momento Lola recordó que Carl le pidió que no dijera nada de ese tema porque no quería que Lana sintiera que no la eligió.

Lola: No solo charlamos y volvimos. - le mintió.

Cuando terminaron de hablar se dieron cuenta de que toda la casa se había dormido así que cada una se acostó en su cama y se durmieron, aunque Lana le costó un poco porque estaba emocionada por lo que haría mañana.

Continuara...