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Todos lo miraban, todos lo señalaban y todos lo juzgaban

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Todos lo miraban, todos lo señalaban y todos lo juzgaban. Comenzó a sentir como su cuerpo comenzaba a temblar, naturalmente cualquiera se sentiría con un ataque de ansiedad.

No dijo nada se quedó callado, su mirada estaba seria y su expresión no demostraba nada; sin embargo en su interior decidió que lo mejor sería bajar disimuladamente la mirada para no sentirse tan intimidado por todos estos... carnívoros.

¨Qué debería de hacer?¨ pensó.

Esas miradas lo atravesaban tal vez sea su paranoia pero nadie parecía tener una buena intención.

- Joven Maestro Lan, se me olvidó ese detalle! Este director entenderá si desea irse!

De nuevo comenzó a hacer una reverencia solo que esta vez acompañado de la Sñrta. Margareth.

¨Por favor... para¨ pensó.

Solo miró al señor Honson, estaba demasiado incomodo como para pronunciar alguna palabra.

El Sñr. Ming intervino, él era un alfa entonces sea carnívoro o lo que sea nadie intimidaría a su querido Joven Maestro.

-Sñr. Honson sugiero que vayamos a conversar a un lugar más discreto.

El director miró a los alrededores y entendió a lo que se referían, se le quería caer la cara de la vergüenza, ahora lo más probable es que el Joven Maestro Lan agarraría sus maletas y se iría.

-Ah disculpe Joven Maestro Lan! Chicos por favor vuelvan a sus deberes! Disculpe Joven Maestro Lan!

¨Que arrogante, nos prohíbe incluso ver¨ los susurros de los estudiantes eran a propósito fuertes todos tenían intensión de molestar al niño rico.

¨Solo estas celosa de ver a alguien muchísimo más lindo que tú~¨ En este lugar había muchas hormonas sueltas.

¨Cállate Imbécil¨ respondió una chica.

-Joven Maestro Lan por favor discúlpelos solo son unos niños golpeados por la vida, no saben lo que dicen.

¨Fueron hirientes porqué debería de disculparlos? por lastima ?¨pensó.

No respondió pues el temblor aún no salía de su sistema, dio un profundo suspiro, debía de calmarse esto solo era una pequeñez.

- Sñr. Honson discúlpenos un momento.

El Sñr. Ming se disculpó y llevó a su joven maestro a una distancia prudente para poder conversar.

-Señorito Lan por favor recapacite este lugar no es adecuado para usted.

¨Usted tiene razón, yo... no puedo tolerar esto¨

-Lo sé señorito por eso es mejor irnos antes de que la situación llegue a oídos de otros, cuando estuve a fuera traté de contactar a la residencia principal en China...

¡𝓜𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓲 𝓪 𝓾𝓷 𝓁𝒾𝓃𝓭𝓸 𝓬𝓸𝓷𝓮𝓳𝓲𝓽𝓸!  ᴸⁱⁿᵍᶻʰᵘⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora