Capítulo 4

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Otra vez. Más silencio en el lugar. Era tan abrumador que juraba que estaba sin aire. ¿Escuchó bien? Tal vez su madre solo le estaba haciendo una broma. Pero la seriedad en sus palabras destruían su teoría.

— Se que es dificíl de creer, pero no los juzgues. Ellos en verdad se quieren mucho, siempre lo hicieron, pero algunas cosas hicieron que todo terminara siendo así.— Esperaba que con esas palabras Sarada asimilara mejor la noticia. Le daba miedo que no haya dicho ninguna palabra en todo este tiempo.

Sarada ahora comprendía todo lo que le habia dicho Naruto, la repentina misión de su padre y la actitud de Naruto con ella días despues de que se fuera su padre. Habían discutido. Recuerda haber visto a su padre incómodo aquella noche y de la nada al siguiente día irse a una misión repentina.

— ¿Estás bien?

— Si, solo que es algo difícil de digerir.— Al fin contesto ya que la voz de su madre sonaba muy preocupada. — Gracias por contarmelo, seguro fue difícil para tí decirme algo como esto.

— Yo estoy bien y espero que tú estés bien con esto. Se que contarte esto es más responsabilidad de tu padre que mía pero quiero que para cuando ese momento llegara que no terminará mal.— Le sorprendió la reacción tan tranquila de su hija. En el fondo sabía que ella comprendería todo.— Es mejor que vayas a descansar, acabas de volver de una misión y ya has tenido muchas emociones por hoy.

— Si, es verdad.— Se levantó y fue a abrazar a su madre, algo que Sakura correspondió. Estaba agradecida con su madre por ser sincera, no se imaginaba que es lo que debió ser guardar un secreto como ese.

— Descansa cariño.

— Gracias mamá, lo haré.— Se separó de su madre y fue a su habitación. Aunque tenía mil preguntas, estaba muy cansada y necesitaba dormir. Otro día le preguntaría a su madre.

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Miró su reloj nuevamente. Once treinta de la noche y Sarada no aparecía. Era extraño de su parte ser impuntual. Se estaba desesperando y Sarada ni siquiera respondía sus mensajes. Comenzó a caminar por el lugar desesperado. Hace una semana que no la vió por su estúpida misión. Necesitaba verla, tenerla en sus brazos suplicandole que parará, llorando en silencio bajo él, humillandose ante él. Sarada había despertado un extraño gusto en él. No tenía nada contra ella pero, para desgracía de ella, fue la primer persona que se le cruzó en su momento. Agradeció haber tomado aquellas fotos de la chica, ya que pocos días despues ella quiso terminar todo pero no podía dejarla ir. Sarada era la única persona que tendría esas reacciones ante él. La necesitaba. Escuchó pasos viniendo hacia su direccion así que habló.

— ¿Quién mierda te crees para llegar así de tarde? —Volvió a ver al lugar de donde venían los pasos pero la persona que estaba ahí no era Sarada. — ¿Mitsuki?

— ¿Tarde para qué? — Se acercó a Boruto lento pero no intimidante. Necesitaba que no estuviera alerta.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Desde cuándo tengo que pedir permiso para venir aquí?

— Sabes que nunca, es solo que me sorprende tu presencia aquí, Mitsuki. Yo estaba esperando a alguien.— Habló nerviosamente Boruto. Mitsuki aveces daba miedo pero nunca lo vió como alguien a quien temer realmente.

— Si esperabas a Sarada te aviso que ella no vendrá.— Contestó tranquilo. Boruto abrió los ojos ampliamente por el repentino comentario.

¿Cómo se enteró?

— No se de que me hablas.— Mintió. Era obvió que Mitsuki sabía pero tal vez si evitaba la platica él lo dejaría en paz.

Mitsuki rió por la estupida mentira de Boruto, su nerviosismo era obvio.

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