Secretos

capítulo 9

Estaba intentado levantarse del suelo como fuera posible. El dolor en su pie era insoportable pero necesitaba proteger las cosas de su madre. Sabía que no podía salir de ahí, tenía una pierna rota y bajar las escaleras sería casi imposible. Además ¿Que tan lejos podría llegar? 

Había subido nuevamente a la habitación ya que escuchó el grito de Sarada.  Cuando llego vió a Sarada en el suelo tenía sangre en su vestido, saliendo de su pierna y pudo ver las tijeras en la mano de su hermano. Pero Boruto, con un solo golpe, logró romper su pierna y llevarse a Sarada. Estaba encerrada y podía sentir el calor del fuego extendiéndose en la casa. Al parecer dejó algo cerca de la estufa que pudo iniciar un incendio. No pensó que Boruto fuera capaz de algo así. Que guardara tanto rencor como para lastimarla a ella y a Sarada. Pensó que la visita de Sarada lo ayudaría ya que él parecía muy enamorado de ella.
Esperaba que su padre volviera a salvarla, no solo ella se encontra en peligro. Estaba empezando a tocer y casi no podía ver nada por el humo y Sus ojos se sentían pesados. 

— Papá..ven rápido..— Abrazó mas fuerta las cartas que su madre dejó y poco a poco cayó desmayada. 

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Apretaba fuertemente el cuello de la chica bajo suyo. Por fin haría pagar a su padre por quitarle a su madre. Su madre quién amó tanto a su padre y lo cuidó ya no estaba. Estaba cegado por el odio, no le importaba si Sarada tenía la culpa o no, quería hacer sufrir a Sasuke y a su padre por arrebatarle a su madre. Ni siquiera se había dado cuenta que la casa estaba en llamas o que Sarada le había clavado un cuchillo en el abdomen. La chica ya no podía defenderse pues tenía varios huesos rotos ya que intentó dialogar con él pero nada ayudó. Podía sentír las lagrimas de Boruto mojando su rostro y su mirada llena de rencor sobre ella. Con las pocas fuerzas que tenía soltó las que creía que serían sus últimas palabras. 

— Bo..ruto...te amo..

Aunque el chico estuviera a punto de quitarle la vida, lo dijo desde el fondo de su corazón. Boruto casi al instante soltó el cuello de la chica y se alejó. La voz de la chica lo hizo sentir mal, lo que estaba haciendo estaba mal. La chica a quién juró proteger ahora la lastimaba nuevamente. ¿Que pensaría su madre de todo esto? 

— Lo siento, en serio lo lamento.—
Sollozo mientras se arrastraba lejos de Sarada. Salió de la casa sin mirar a su alrededor, sin importarle que su hermana estaba aún dentro. Necesitaba escapar de ahí. Podía escuchar una voz gritándole a lo lejos pero la ignoró. Salió lo mas rápido que pudo de la aldea, ya no quería volver a ese lugar nunca mas. 

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Miraban con horror la escena frente a ellos. La casa estaba siendo consumida por las llamas. Algunos vecinos intentaban ayudar tirando agua con sus mangueras desde casa pero eso no ayudaba mucho. Necesitaban entrar a salvar a los chicos. 

— Sakura quédate aquí, yo entraré a ayudar.— Habló Kakashi. No iba a dejar que ella saliera lastimada. Entró junto con Naruto y Sasuke. El calor en el lugar era insoportable y podía ver poco pero tenían que hacer algo. 

— ¡Sube Naruto, Nosotros veremos si están aquí abajo!— No podían perder tiempo. La casa estaba empezando a derrumbarse. El rubio asintió y subió las escaleras rápidamente. 

— ¡Papá!— Se pudo escuchar en la cocina. Era la voz de Sarada. El hombre corrió a la cocina donde estaba su hija bajó la mesa, intentado protegerse de los escombros que caían. La sacó cuidadosamente de ese lugar y corrió a llevarla con Kakashi. 

— ¡Llevala con Sakura, yo me quedaré a ayudar a Naruto!— Kakashi la agarró y salió de la casa. Estaba algo confundido ya que no sabían que Sarada se encontraba ahí. Sakura quién estaba afuera esperando preocupada también se sorprendió a ver a su hija pero no hizo preguntas y se la llevó al hospital.