11 | Malas influencias.

63 8 67
                                    

Penny

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Penny

—En verdad lo lamento, chicos —se disculpaba el Capitán, paseando su mirada por cada uno de nosotros con la expresión encogida por la culpa—. Hubo una persecución con un criminal que buscamos desde hace años, me necesitaban.

«Pues aquí también» pensé, alzando una ceja con ironía.

—Lo importante es que estamos bien —comentó Ciara, sonriendo y provocando que rodara los ojos. No, no estamos bien. ¡Y menos hace rato! Esto se nos va a salir de las manos y ella sigue sonriéndole hasta a las moscas—. Gracias a Penny, además.

Permanecí firme, pero mis cejas despegaron hacia arriba cuando soltó eso justo entre mis críticas, y todos posaron sus incansables miradas en mí.

¿Qué? ¿Qué quieren que diga? ¿Un placer servir a la comunidad? Na-ah.

Me mantuve en silencio, observando a todos con un poco de extrañeza. Resulta que, luego de pedir para llevar nuestras gloriosas hamburguesas con doble queso, nos decidimos por esperar al capitán unos enfrente de otros a las afueras de Jerry's, es decir, junto a la reja que da paso al estacionamiento. Por razones que no me voy a molestar en aclarar, ya no quisimos volver a entrar a ese lugar, de hecho, hemos estado paranoicos, cada que escuchamos un ruido o sentimos a alguien aproximarse, pensamos que puede ser la tortuga y nos ponemos alertas.

—Bueno —regresó el adulto al ver que no diría nada al respecto—, ¿Y vieron quién era?

—No, Capitán —negó Dani, quien, por cierto, se ve muy bien hoy. Las camisas con cuello son lo suyo.

—Casi, pero no —refunfuñé, enfatizando de malas lo último en su dirección.

—Penny, si se la quitabas, te iba a hacer daño —repitió mi amigo la tonta explicación que me ha estado dando desde que ocurrió.

—¡Yo le hubiera hecho el doble de daño! —insistí, direccionándole mi peor mirada.

—Pues yo creo que lo "poco" que hiciste —intervino Alvin, curveando los dedos para imitar comillas—, estuvo genial.

Aparté mi vista de la de Dani y la intercambié por la suya. ¿Acaso hay algún insulto ahí que me perdí?

Incliné la cabeza al desconcierto, él lucía algo forzado, pero no se retractó, ¡hasta Jamie me sonrió! Es extraño considerando que los últimos días los hemos pasado peleando, pero al parecer el universo se pegó en la cabeza porque han sucedido cosas demasiado raras.

—¿Gracias? —murmuré a mi pesar, parpadeando perpleja y con la voz más dudosa de lo que planeé.

—¿Y entonces? ¿Llegaron a alguna conclusión? —el Capitán nos devolvió al tema importante y se lo agradezco, ya estaba empezando a divagar.

—¿Cómo, tío? —interrumpió Tyler, subiendo la vista con fastidio—. ¡Sólo corrimos! Y se supone que las tortugas son lentas, ¿no? ¡Pues no! ¡Esa era veloz!

Inconclusos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora