Ellos ni siquiera tenían la intención de conocerse, ¡y cómo no! Si son tan diferentes, que juntarse seguro sonará como una canción de rock metal con cumbia y no en un remix de los buenos.
En la vida de estos seis adolescentes no había nada digno de...
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Jamie
«Hey, ¡Me gusta esa canción!» exclamé en mi mente, sonreí y aplaudí hasta que las palmas de las manos comenzaron a picarme. Nada más ni nada menos que "Shut up and dance" de Walk the Moon para prender al público.
—Oh don't you dare look back, just keep your eyes on me —inició Ciara, balanceando su cuerpo al ritmo de la melodía—. I said you're holding back, she said shut up and dance with me...
—This woman it's my destiny —repuso Dani, recitando, no cantando, los versos que leía en la pantalla—. She said oh oh oh, shut up and dance with me...
Rei estruendosamente al escuchar el claro desafino de Dani en esos "oh", a comparación de la impecable voz de Ciara. Es verdad lo que dijo, ella canta, y lo hace increíblemente bien. ¿Hay algo que ésta chica no haga?
Ambos eran aclamados por todos los presentes, a quienes claramente les hacía gracia la voz de Dani y no se perdían ni un detalle mientras seguían comiendo. Qué bueno que no lo abuchearon o le lanzaron tomates, más bien se lo tomaron con humor ya que todos, de seguro, ya han hecho el ridículo en algún karaoke. Todos salvo yo, detesto cantar.
Por otro lado, en nuestra mesa reinaban las risas y los aplausos, hasta Penny, que al inicio no sabía dónde esconder la cara, actualmente sonreía —¡sí, sonreía!— mientras negaba con la cabeza mirando a su amigo. Tyler grababa y les hacía zoom, por supuesto; y Asher y yo soltamos uno que otro "Whoo" con el afán de alentarlos.
Así fueron turnándose las estrofas hasta que llegaron al párrafo después del coro, y Dani perdió completamente el ritmo y el hilo de la canción. Luego de reírse —no sin antes apartar el micrófono—, Ciara nos buscó con la mirada entre las mesas hasta dar con Asher y conmigo. Casi pidiendo auxilio, nos hizo una seña para que fuéramos, yo me negué rotundamente, pero insistió.
—¡No, no, no! ¡Asher! ¡Suéltame! —El susodicho sujetó mis dos brazos y me jaló por todo el restaurante hasta estar al borde del tarimas, a pesar de que me aferré al piso todo lo que pude—. ¡No quiero! ¡Aaaah, te odio, Collins!
Igualmente fue demasiado tarde para mí, porque pese a mis patalelos e insultos, él prácticamente me cargó hasta el escenario. El público, tan ameno, aumentó los aplausos al notar que otros dos locos habían subido al escenario.
—She took my arm, I don't know how it happened. We took the floor and she said... —terminado de cantar esa parte, justo antes del coro, Ciara nos extendió el micrófono con una radiante sonrisa.
Asher lo tomó y comenzó a «cantar». Eso sí, peor que Dani, no está; por lo menos él seguía el ritmo.
—Oh don't you dare look back, just keep your eyes on me... —al hijo de su madre se le ocurrió acercarme el micrófono justo en ese momento, tuve que salir del shock y continuar con el show antes de que los tomates fueran para mí.
