VII. La Verdad

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La sala permaneció en silencio durante unos minutos. Sora inclinó la cabeza en varias ocasiones, como si tratara de direccionar toda la información al lado correcto de su cerebro. Ella misma había dado por hecho que hablaban de su padre, jamás se lo hubiera imaginado, y por si fuera poco, seguía sin saber qué pintaba ella en toda esa historia.

-¿Cómo? –preguntó Sora extrañada. Siempre había oído a todo el mundo hablar de su padre como un héroe, pero nunca nadie decía nada de su madre, es más, para la gente ella era una Desalmada con un final taciturno.

- Así es, pequeña – prosiguió Scire – Tu madre, la Reina y el Sacerdote Kain tienen mucho en común. Son hermanastros. El difunto rey mantuvo un romance fuera del matrimonio y de ahí nació tu madre Zena. Su existencia no era un secreto, vivió en palacio como una más de la familia real e incluso ambas crecieron como hermanas. – la joven tubo que palpar el asiento debajo de su trasero y asegurarse de que estaba sentada para no caer al suelo ¿Su madre era de la realeza? ¿Significaba eso que la Reina era su tía? ¿Y el sacerdote su tío? – Sin embargo, el poder superior de tu madre era evidente y con el tiempo el corazón de la Elyot fue llenándose de odio. Por si eso fuera poco, tu padre era uno de los generales de la corona y, cuando se enamoró de tu madre..., En fin, ya puedes imaginarte lo que sucedió. Al morir el rey, Elyot se convirtió en reina al ser la mayor y entonces, junto a su hermano, empezó su obsesión por los ensayos y la investigación. – Paró un momento para aclararse la voz- Yo mismo era el sabio de la corte, conocí a tus padres y he visto mil experimentos fallidos y catastróficos. Todos los que no estábamos de acuerdo con su filosofía empezamos a separarnos y así fue como nacieron los rebeldes. – cada una de las anécdotas que se escapaban de la boca del anciano distaban mucho de lo que Sora creía saber sobre sus padres, no había cabida en esa narración para soldados ni campesinas -Nuestro principal objetivo era terminar con sus descabellados planes y sobretodo proteger a tu madre. Así nació la Cofradía de Darius, todos los aquí presentes formamos parte de ella.

- Nuestros padres y abuelos crearon ésta pequeña comunidad donde poder refugiarse, entrenar e investigar – añadió Narek con voz orgullosa- Como ya has comprobado, únicamente unos pocos pueden entrar.

- Sigo sin entender qué tiene que ver todo eso conmigo – cuestionó Sora impaciente.

- Eres tan diligente como tu padre. – Sonrió Scire – Como ya te hemos dicho, al formarse ésta nueva organización, tus padres huyeron de la Reina. Disfrutamos de unos escasos años de paz y tranquilidad, incluso durante ese periodo naciste tú. Por desgracia, hubo un chivatazo y encontraron nuestra ubicación. Elyot descubrió que tú habías nacido, y eso la enfureció aún más. ¿Una niña hija de dos genios de los espíritus guardianes? No podía permitirlo. Tú eras demasiado pequeña como para acordarte de nada. Elyot planeaba tenderle una emboscada a tu padre, decidió que si no era capaz de acabar con Zena directamente, destruiría primero todo lo que ella más quería. Desafortunadamente, Darius murió en una batalla y con él muchos de nuestros guerreros...

- Ese fue un golpe muy duro para Zena. – interrumpió Alek. – Jamás volvió a ser la misma. Primero se desvaneció su espíritu guardián y al poco tiempo, ella terminó apagándose también.

Un largo silencio se produjo en la sala. Todos agacharon la cabeza y miraron hacia otro lado. Sora, sin embargo, experimentó unos sentimientos que la hicieron sentirse egoísta. Debía estar triste por la muerte de su madre, pero pensar que ella se rindió por perder a quién quería, cuando aún tenía una hija que la necesitaba... No estaba segura de si podría perdonarle eso...

- A partir de ése momento – retomó Scire - decidimos que era muy peligroso que siguieras aquí con nosotros, tú serías el próximo objetivo de la Reina si salía a la luz tu existencia. Fingimos tu muerte junto con la de tu madre, hicimos que la reina se enterara de la noticia de primera mano. Tus abuelos se ofrecieron a llevarte a un lugar seguro y crear una nueva vida.

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