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ADVERTENCIA, ESTA HISTORIA PODRÍA CONTENER TOQUES INFANTILISTAS. LEER CON DISCRECIÓN.

NINGÚNA PELUCHE FUE LASTIMADO DURANTE EL RODAJE DE ESTE CONTENIDO. 

FUERON CAMBIADOS LOS NOMBRES DE LAS PERSONAS Y LA UBICACIÓN POR SEGURIDAD...


okay no. Lo siento XD 

Holiwis!  Seré honesto, esto es algo que tenía escrito desde hace mucho, no sabía si le iba a interesar a alguien, no se me hacía muy original, pero el tiempo pasa y no quería que dara en el olvido, así que decidí compartirlo con vosotros. 

PROVECHO!


Ulices mira en todas direcciones. La habitación  azulada, con toques infantiles y suelo blandito lo estaba sacando se quicio. No había puerta, no había ventanas. La iluminación era muy potente, casi natural de un día soleado pero la luz no tenía forma de entrar por ninguna parte.

No tenía idea de dónde estaba, pero sí sabía que lo habían desnudado en algún momento y habían remplazado su viaja cazadora, sus tenis y sus zapatos nike por un extraño traje de merinero que le quedaba ridículo. Ni siquiera era un traje oficial de la marina; apenas era un sombrero de marinero, una camisa de marinero con un pañuelo atado al cuello y... por extraño que suene: un abultado pañal con dibujos de olas, conchas, caballitos de mar y cangrejos. Estaba tan asustado que no tenía tiempo de sentirse humillado. ¿Dónde estaba? ¿Lo habían secuestro? Si era así estaba jodido, porque su familia no tenía un centavo.

Corrió de pared a parad palpando y tocando, buscando lugares huecos donde pudiera caber una puerta secreta. Incluso buscaba con desesperación una ranura o agujero por el cual alguien lo estuviera observando.

­—Oh, Dios mío, no hay salida ­—Se dijo así mismo con pavor en la sangre—. No hay salida, estoy atrapado.

No existía ni un solo lugar en el que pudiera entrar aire, sentía que el oxígeno se le acababa a pasos agigantados y se sofocaba. 

—Auxilio... alguien ayúdeme ¡Alguien ayúdeme por favor!

Nunca fue un hombre especialmente fuerte. De hecho muchas personas dirían que era un completo llorón. En parque del recreo era el típico niño que chillaba por todo y en la secundaria era el que veía en secreto las películas de crepúsculo.

Empezó a hiper ventilar. Iba a morir, sentía que iba a morir ¡Sino encontraba la salida pronto moriría!

­—¡HEY! ¿Por qué tan agitado, amigo? Tómatelo con calma. Quien te viera diría que te has meado encima del susto. Y hablando de mearse encima ¿Qué tal tus pañales? Siento el inconveniente, pero estás en la suit infantil. Sé que es molesto pero créeme, te acostumbrarás. Al menos eso espero.

Ulices súbitamente detuvo su escena dramática. Salió un instante de su mar de desesperanza para observar incrédulo que una de las paredes se había convertido en un portal de esquina a esquina, donde se proyectaba la imagen de una mujer gigante de rasgos asiáticos.

El hombre se arrastró hacia atrás y chocó sin querer contra la cuna gigante en la que había despertado previamente.

—¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Qué...? Au... Duele...

Se masajeó la cabeza delicadamente, el golpe que se dio fue particularmente doloroso. Qué fútil resultaba tener el piso acolchado y los muebles duros como roca.

—¡Hola Ulices! —Saludó la señorita desde la gran pantalla, estaba vestida como una ejecutiva muy importante—. Espero esté cómodo. Te doy la bienvenida a tu pedacito de cielo.

—¿Mi qué?

Programado Para Ser TiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora