[Daylight in Darkness] Ben Drowned (Green Book) #1

Capítulo 2

-¡Ha sido la peor película de todos los tiempos!- me estiré en mi asiento mientras ponían los créditos de esa bazofia que acababa de ver.

-Estoy de acuerdo contigo. Pensé que molaría más... Nunca me dejes elegir otra película.

-Dalo por hecho, Carrie.

Nos levantamos y cada una se dirigió a su respectiva casa. Era muy de noche y hacía frío, me froté los brazos para mantener el calor y observé la neblina que salía de mi boca al respirar. Caminé inmersa en mis pensamientos, mirando al suelo cuando oí una voz muy cerca de mi oído:

-You shouldn't have to done that.

Me giré a mi izquierda (de donde provenía la voz) y vi a un muchacho vestido igual que Link que al momento reconocí: Ben.

Pero no era el Ben que había conocido esa tarde, sus ojos reflejaban ya de por sí que era más peligroso.

-B-Ben...¿Q-qué te ha pasado?- di un paso hacia atrás, aterrada.

-¿Qué me ha pasado? Bueno... Debería empezar por el principio, pero no tengo tiempo, ni ganas de contártelo.-sonrió, y esa sonrisa hizo que un sudor frío me corriera por la espalda.-¿Tienes miedo?- me miró a los ojos y yo miré a los suyos, que ahora eran completamente negros.- Podrías dejar de tenerlo de una manera...

Suponía que quería matarme, demasiado predecible. Di media vuelta y empecé a correr lo más lejos posible de él. Me escondí en un callejón, con la respiración agitada y aún temblando de miedo.

-No puedes esconderte de mí, preciosa.- Ben se había teletransportado en frente mía con una sonrisa burlona. Se burlaba de mí.

Capullo.

-Si vas a matarme, hazlo rápido.- cerré los ojos esperando que algún cuchillo se clavara en mi estómago, o que una bala atavesara mi cráneo, o quedar incosciente de un fuerte golpe en la cabeza; en vez de eso, oí su risa y por el tono que tenía, seguía burlándose de mí. Abrí los ojos inmediatamente llena de ira.-¿Se puede saber qué es tan gracioso, oxigenado?
Me dirigió una mirada de odio.-¿Qué me acabas de llamar?
- O-X-Í-G-E-N-A-D-O - Sonreí de la misma forma burlona con la que lo había hecho él.
-Repítelo.- se acercó a mí, mirándome fijamente.
- No quiero.- trague saliva con dificultad. Vale, admito que me estaba asustando un poco.
Me agarró por los hombros con tanta fuerza que me estaba haciendo daño.
Mi cuerpo quería temblar, pero hice lo posible por no hacerlo, por mi orgullo.
-¿Me estás retando?- susurró a apenas siete centímetros de mi cara.
-Suéltame o gritaré.- preparé mis cuerdas vocales y abrí la boca para gritar, pero antes de que pudiera emitir sonido alguno me cerró la boca con la mano. Le golpeé en el estómago con todas mis fuerzas, pero parecía que no le dañaba.
-¡Eres más entretenida de lo que pensaba!- dijo entre risas mientras me acercaba hacia él.- La de cosas que podría hacer contigo, preciosa...- noté su cálido aliento en mi cuello y me estremecí. Parecía imposible que fuera el mismo chico que conocí hacía unas horas.
Lentamente, quitó la mano de mi boca y desapareció.
¿Quéestápasando?
Corrí a mi casa y al llegar a mi habitación, cerré la puerta y me dejé caer contra ella con las manos masajeando mis sienes. Era demasiado confuso para entenderlo. Encendí el ordenador para buscar respuestas, lo único que se me ocurrió poner era: Ben Peters, pero no me apareció nada satisfactorio de mi atacante. Lo único que se me ocurría era utilizar el Yahoo Respuestas, aunque sabía que esa página estaba llena de preguntas estúpidas, tenía que intentarlo.
Entré en mi cuenta y en el apartado de escribir preguntas escribí: ¿Quién es Ben Peters?, en la descripción intenté detallar su aspecto lo mejor que pude, sin descartar sus ojos negros y su traje desgastado de Link. En cuanto terminé, envié la pregunta y fui a la cocina a prepararme un té.
En cuanto volví, ya había una respuesta: Es Ben Drowned, mepareceextrañoquenoconozcassuhistoria, estáporinternet. Oyeunarecomendación, noleinvoquessinoquieresmorir.
Cerré la tapa del ordenador y tomé un trago de té.
ConqueBenDrowned... Bien, estoserádivertido.
Me metí en la cama, tapándome hasta la cabeza con las sabanas y a los pocos minutos me quedé dormida.