Epílogo

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UN AÑO DESPUÉS

Pov Elizabeth

— hola viejo ¿cómo has estado? Aquí no hay mucho que contar — me senté en la silla que traje, tomando mi cabello en un bollo alto y tirante, dejando ver el parche que cubría la cuenca ahora vacía de mi ojo derecho —.... ¡ja! ¡Te mentí! Hay mucha mierda que contar. La primera, es que Ban y Eleine se casaron ¿puedes creerlo? El mismo Ban cabeza hueca se agarró bien de los huevos y le pidió matrimonio. He de admitir que durante casi todo el matrimonio, nos la pasamos abrazados llorando, ojalá Eleine no se haya puesto celosa. La segunda noticia es algo parecida, Diane y King se comprometieron. Al parecer ya estamos en la edad en la que nos casamos — reí, abriendo mi potecito, y sacando varias piezas de sushi — ¿qué? Tengo hambre, luego de el golpe de estado, o la guerra, como quieras llamarlo, el hospital se llano de gente herida, estuvimos en crisis como por tres meses y medio, fue desesperante.

>> El poder de el reino de los humanos recayó sobre un señor llamado Cain Barzad, era ministro de salud, y Estarossa nos contó que dentro de sus objetivos era eliminar esa enemistad entre vampiros y humanos. Obviamente aún no se han unido los reinos, y no creo que eso pase pronto, deben pasar al menos setenta años para eso. Uno puede quitarle su líder a las personas, pero no por eso cambiarán sus ideologías.

Una pequeña se acercó junto a sus padres, sonriendo como si la vida se le fuese en ello. Me saludó, dejando las flores en la ya muy decorada tumba del padre y la madre de Meliodas. De hecho, la habían tenido que agrandar considerablemente, ya que cientos de personas venían a dejar regalos y flores todos los días.

— hola Elizabeth — respondí con una sonrisa al saludo de sus padres. Se fueron unos minutos después.

Les voy a actualizar un poco: Hace un año, cuando la bomba explotó, un pedazo salto a mi ojo derecho, destruyéndolo y dejándolo inservible. Y si, podía curarlo, pero no quise, había matado a personas, y hecho daño a muchos, no importaba que lo hubiese hecho por un bien mayor, igual me sentía culpable, así que lo menos que podía hacer para pagar el precio era quedar tuerta.

Meliodas por otro lado, tiene una cicatriz que cruza el largo de casi toda su cara de forma diagonal, esto también fue gracias a la bomba, si se curó, pero tardó mucho más, y fue imperfecto.

Nos destrozó completamente el saber que el viejo había fallecido, especialmente a Meliodas y Zeldris. Yo y Gelda estábamos muy preocupadas, ellos casi no salían ni a comer, tampoco hablaban con nadie, y si iban afuera del castillo, era para visitar la tumba del señor satanas.

Todo se había ido en picada en tan solo unos pocos días.

Nada cambio hasta que yo, en un ataque de ira, le grite a Meliodas que debía seguir caminando, que su padre se sacrificó para que todos viviéramos una vida larga y feliz. Sin guerras ni conflictos.

Ahora, Ludociel, no he ido a su tumba, y la verdad, no está en mis planes hacerlo. Si, al final, volvió a ser él mismo, pero una cosa no quita a la otra, no puedo perdonarlo. No soy tan buena.

Merlin, Gowther y Escanor decidieron viajar por todo el mundo. Debían alejarse un poco de este lugar que causaba tantos recuerdos variados. Todos respetamos esa decisión, y nos comunicamos con ellos de forma bastante seguida por videollamadas.

Ahora, el trono del reino vampiro. Ese puesto actualmente está... ¿dividido? Algo así, haber les explico. Ni Meliodas ni zeldris querían asumir después de esto, ellos solo querían vivir tranquilos, en paz. En consecuencia, logramos llegar a un acuerdo. Ambos iban a gobernar junto a un parlamento, e iban a ver que pasaba. Si había problemas políticos en unos años, iban a dejar a Meliodas como único rey.

Pegué un sal tiro al sentir a alguien besar mi nuca. Sonreí, levantándome de la silla para sentarme en el suelo, junto a él.

— no era necesario que te salieras — me encogí de hombros, plegando la silla.

— quería sentarme a tu lado — sonrió, envolviendo mis hombros con uno de sus brazos, y con el otro tomando una pieza de sushi —. Delicioso.

— obvio, lo hice yo — soltó una suave risa, agregándole a su aperitivo un poco de soya antes de llevárselo a la boca.

— amo tu humildad.

— es mi segundo nombre.

Pasamos muchas horas ahí, de vez en cuando venían conocidos a ver la tumba. Como la señora Rosa, la amable criada que servía a la familia real. Hablando de ella, esa mujer hacía unos chalecos a crochet espectaculares. Todo el puto frío que tenía en invierno se me pasaba con sólo ponerme uno, y eso es mucho decir, soy tan friolenta como... eh... no se me ocurre nada. ¡Pero entienden mi punto! ¿No?

— creo que va siendo hora de irnos — asentí, levantándome viendo con una sonrisa el último rayo de sol esconderse, dejándonos bajo un cielo azul oscuro.

— oye, Melioda.

— ¿hm? — apreté su mano, caminando más rápido hacia el castillo.

— te amo — sonrió, dejando un suave beso sobre mi parche.

— yo también te amo — lo imité, pero esta vez dejando un beso sobre su cicatriz.

— ¡Chicos! ¡Tenemos hambre y solo faltan ustedes bola de empalagosos! — me reí ante el desespero de Ban, el cual se asomaba junto a Diane por la ventana.

— ¡mueve tu culo Elizabeth! — comenzamos a correr hacia el interior del castillo, evitando así el huevo que nos lanzaron.

Ok, a los chicos les costó aceptar lo que habían hecho, y a mi también joder. Tardamos alrededor de seis meses en volver a actuar con normalidad, sin embargo, noté que cada uno ahora ve la vida de forma diferente. Todos tienen distintos caminos de vida, pero quieren llegar a un mismo objetivo.

La Paz interior.

No éramos tan buenos como para intentar resolver los problemas de todo el mundo, pero éramos lo suficientemente buenos como para hacerlo en nuestro país.

Y llámenos egoístas, pero, creo que esto bastaba y sobraba.

Ahora teníamos una vida tranquila y feliz. La enemistad iba a tardar unos años en desaparecer, pero lo iba a hacer, estoy segura.

Sonreí, sentándome junto a Gelda y su precioso hijo en la mesa. Mi sobrino consentido.

Para mi... ahora... todo en mi mundo calzaba.

Sonreí hacia Meliodas, apretando el agarre de nuestros dedos entrelazados bajo la mesa.

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Nota autora: ok... creo que todo se acabó...

No puedo creer que haya terminado de escribir esta historia ¿cuando empecé? ¿Hace un año? ¿Dos? Francamente ya no lo recuerdo.

Quisiera agradecerles a TODOS los que apretaron el botoncito que dice leer, no importa si solo leíste dos párrafos antes de aburrirte y salir — por lo cual obviamente no vas a estar leyendo esto... PERO IGUAL GRACIAS :3 — gracias a los que dejaron comentarios — LOS LEÍ TODOS!! NINGUNO SE SALVA MUAJAJAJAJA (alimentaba mi orgullo con ellos :D) — a los que dejaron estrellita, a los que compartieron — si alguien lo hizo 😂 — a los que guardaron esta historia, Y A LOS QUE LEÍAN MIS NOTITAS DE AUTORA LOS AMOOOOOOO (yo en lo personal no las leo, así que me sorprendió ver que algunos si lo hacían)

BUENO ESO!! Estoy escribiendo algo más, pero no sé si lo voy a publicar, tal vez avance un poco más y lo haga.

SPOILER: la pareja es.... adivinen :3
Pistas:
- es un yaoi muy MUY famoso
- uno de sus personajes es un enano más fuerte que la roca
- el otro ahora desfila en pija en su manga (te amo Guibel :3)

Los amo a todos. Muchísimas gracias.

                             [FIN]

Amor esclavizado  [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora