Cómo te conocí

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No hace mucho había abierto un nuevo super en la ciudad, curiosamente con muy buenos precios, pero con un pequeño detalle que la gente odió la primera semana: no había canastas o carros para llevar la mercancía, y eso lo hacía muy incómodo para quienes fueron a hacer sus compras aprovechando las ofertas, para llenar su alacena el mes completo... Porque había gente preparada, a diferencia de mi familia y yo, que solíamos comprar cada semana. Era algo tedioso, pero entretenido, y esta vez me tocaba a mí, pasar por algunos caramelos para endulzar mi vida, aunque esperaba justamente lo que dije, ese día terminó siendo mucho más amargo que el café matutino de mamá... Dios, que mierda más amarga, un asco...

Decidí llevar una bolsa de cereales, mis dulces, pan integral para mi hermano menor de apenas 12 años, y un par de botellas de gaseosa.
Tenía todo en mis manos y aunque no eran muchas cosas, ni se sentía incómodo, caminé por el pasillo para ir a pagar por mis cosas, cuando a medio pasillo escucho al guardia gritar lejos detrás de mi...

Guardia: ¡No corran por los pasillos, tontos!

Decidí acercarme a una repisa de manera instantánea al escuchar al guardia y risas de chicos, seguido de sus pasos a toda prisa... Y antes de esperar cualquier cosa, por curiosidad, por chismosa, quise voltear y a media vuelta veo como un chico de más o menos mi edad viene y me golpea, y tira todo lo que llevo en brazos... Me miró dos segundos y uno de sus amigos le gritó mientras adelantaba al chico que acababa de chocarme.

Chico 1: Ravn corre!

Bien, ahora sabía que al tonto le decían así, y que apodo tan estúpido por cierto.
Lo quedo mirando, esperando al menos un "lo siento", pero solo lo veo sonreír y correr, para luego veo al guardia detrás de él.

Señora: Estos muchachos de hoy solo vienen a molestar a los adultos que trabajamos, que maleducados.

La miré, le sonreí y mientras me agachaba la escuché hablar de nuevo.

Señora: Ten (me ayudó a recoger mis cosas)

Tu: Muchas gracias, es usted muy amable. Que tenga un hermoso día...

Terminada nuestra corta conversación me fui a la fila, y la señora a terminar su compra.
No había una fila tan larga, tampoco me molestaba esperar, y poco a poco fui avanzando mientras miraba al suelo, hasta que, cuando esperaba que el joven de en frente pagase sus cigarrillos, pude ver que el chico Ravn y sus otros tres amigos estaban con el guardia y dos policías regañándolos.
No habían robado nada, de hecho por lo que oí, le hicieron una broma al guardia, tomando alguna cosa de las repisas mientras el vigilaba, salieron corriendo y en la huida dejaron el producto en otra repisa de otro pasillo. Los revisaron y en efecto no tenían nada.
Pagué mi compra y guardé las cosas en mi vieja mochila de primaria. Debía comprar una nueva pronto, ya que estoy a punto de entrar a la secundaria y las ofertas de "vuelta a clases" ya están por acabar...
Rayos, solo quería volver a casa.
...

Toco -o más bien pateo- la puerta de la casa para que alguien me abra. Estaba enojada de pronto y de la nada me invadió el diablo.

Papá: Tranquila dragona, necesitamos la puerta...
Tu: Ya se (dije algo frustrada) gracias (dije entrando y cerrando la puerta)
Papa: ¿Que pasó, no encontraste dulces? (preguntó curioso)
Tu: No es eso... Un mocoso mugroso, pesado e idiota chocó conmigo en el súper, me tiró todo lo que traía en las manos y ni siquiera se disculpó (tiré la pobre mochila al suelo), ¿y sabes qué más hizo?, ¡se rió! (dije levantando los brazos)
Papá: Vaya aventura tuviste para iniciar el fin de semana...
Tu: Te juro que tengo ganas de agarrar y retorcerle su cuellito con mis propias manos papá.
Papá: Te creo, pero ahora debes comer algo, iremos por los materiales que te faltan para iniciar tu primer año en la ¡SECUUUUU! (dijo gritando con emoción)
Tu: ¡Papá! no grites (reí) espérame.

Saqué las compras, las ordené en la alacena y me dispuse a comer un poco, una merienda antes de salir con mi papá, sería una buena manera de distraer mi mente del tarado ese al que le dicen Ravn...

Te detesto, presumido. [  Ravn  ] PAUSA INDEFINIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora