Capítulo 1. ¿Te conozco?

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¿Y que raíz cuadrada da veinticinco?- preguntaba la maestra de matemáticas-.

Cinco- respondí alegremente-.

Muy bien, Daphne- decía Silvia, la maestra nueva de este trimestre-.

"Muy bien, Daphne"-repitió Shopie por lo bajo, sentada detrás de mi, en tono de burla-.

Sonreí sin dejar de mirar hacia delante y moví el dedo índice debajo de la mesa. Acto seguido se escuchó un chillido de parte de Shopie y carcajadas de parte de los demás.

Shopie, ¿que haces sentada en el suelo?- pregunté sarcásticamente- Las sillas están para algo, ¿sabías?-.

¡Me he caido!- decía muy alterada mientras los demás seguían riendo-.

Shopie, sientesé en su silla y cállese- dijo Silvia en tono cortante-.

Sonó la sirena unos veinte minutos después y salí tatareando una canción. Ya habían concluido las clases del día pero... Tenía muchísima tarea, así que decidí pasarme por la biblioteca.

Dirigiéndome hacia la biblioteca recordé todas las veces que había hecho ese mismo camino con Casey. Hacía ya casi tres meses desde que lo adoptaron. En parte estaba feliz porque al fin estaba con una familia pero lo añoraba mucho.

Idial había cambiado poco, pero desde que había descubierto lo de mi mágia lo veía con ojos distintos, ¡todo lo veía con ojos distintos! El único problema era que todavía no controlaba del todo mi poder. Si perdía la paciencia o estaba muy, muy alegre algo sobrenatural podía pasar.

En dirección contraria caminaba una chica más o menos de mi misma edad. Llevaba un vestido blanco y una chaqueta negra. Me llamaron la atención sus ojos, marrón intenso. Casi tropiezo contra ella. Giré la cabeza para seguir observándola cuando pasó por mi lado. Ella hizo lo mismo. Seguro porque se había molestado ya que yo no estaba muy concentrada y casi chocamos.

Llegué a la biblioteca, saludé a Beatriz, la bibliotecaria a la que ya tanto conocía y me fuí a coger un libro sobre Cristobal Colón. Me senté en una mesa en la que había un par de personas y empecé a hacer la tarea.

Hora y media y cuatro libros después ya había terminado todo. Fuí a dejar los libros, me despedí de Beatriz y salí. ¿Hora y media? ¡Si se estaba poniendo el sol! Andé con prisa hacia el orfanato, para nada me apetecía llegar tarde así que tomé un atajo por el parque. Pasando por el parque ví otra vez a esa chica de antes, era imposible confundir aquellos ojos... Ella levantó la cabeza de su libro, me miró y me sonrió. Justo me acordé de que casi la tiro antes y me acerqué para disculparme. Conforme me acercaba más a ella sus ojos eran más intensos, y su pelo, liso y teñido de oro por el sol, la hacía más hermosa.

Hola- dije de pie delante de ella-. Antes casi me tropiezo contigo, perdona, andaba distraida-.

No pasa nada, Daphne- dijo ella mirandome sin levantarse del banco-.

¿Te conozco?- pregunté extrañada- ¿Cómo es que sabes como me llamo?-.

Simplemente, lo sé- dijo sonriendo-.

Aún atónita miré el libro que acababa de cerrar. En la portada se leía "El Árbol Mágico" en letras doradas y un árbol de oro más abajo.

Buen libro- le comenté-.

Cierto. Me lo he leido como unas siete veces- dijo con voz tranquila-.

Jajaja. No sabía que hubiera gente como yo- le dije-.

Jajaja- dijo con una risa casi idéntica a la mia-.

El reloj de Idial sonó, dándome apremio a volver al orfanato.

¡Oh, no!- dije apurada-. Me tengo que ir ya si quiero llegar-.

Espero verte pronto, Daphne- dijo volviendo a su lectura-.

La miré unos instante y me puse rumbo al orfanato.

Cuando llevaba unos pasos ella me habló. Mejor dicho me gritó.

¡Por cierto!- gritó haciéndome girar. La vi de pie con su libro en la mano- ¡Me llamo Raquel!-.

Entonces se giró y yo hice lo mismo. Estube dándole vueltas a los últimos acontecimientos hasta llegar al orfanato.

Al llegar dejé la mochila en mi habitación, me duché y bajé a cenar. Me senté en una mesa junto a Anna, Mariam y otras chicas. Eso de sentirme apartada cada vez era más una broma que otra cosa. Cuando terminamos ne fuí a la habitación. Me llevaba bien con todos, pero con mis compañeras de habitación...

Me puse el pijama y cojí el libro. El mismo libro que la tal Raquel se estaba leyendo. Empecé a leerlo pero me quedé por la parte de los duendes ya que el sueño se apoderó de mi.

DAPHNE 2 [sin editar ni corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora