DAPHNE 2 [sin editar ni corregir]

Capítulo 2. Sígueme

Me desperté de un brinco, miré el reloj. ¡Eran las 7:55! ¡Iba a llegar tarde! Empecé a vestirme como una loca, preparé la mochila cuando me acordé de que hoy era sábado. Solté la mochila y me tiré en la cama... Ya hecha.

Sábado, Daphne... Hoy es sábado- dije entre una tímida risa-.

Ya que estaba vestida baje a desayunar. Después del desayuno pensé en, cómo no, salir al jardín. Me senté cerca de las rejas que daban a la calle, cubiertas de enrredaderas. Saqué mi libro de la bandolera y seguí con mi lectura.

Para...- dije al notar que alguien me daba toques en el hombro-.

Lo golpecitos no cesaban.

¡Para, Ca-... Quien sea!- dije volviéndome a quien fuera-.

Delante mía había una enredadera que, creo, asustada volvía a su sitio.

Controlate, Daphne...- dije agarrando el libro con fuerza, como si así consiguiera que la mágia no escapara de mis manos-.

¿Problemas con la mágia?- dijo una voz femenina desde detrás de las rejas-.

¿Raquel?- pregunté extrañada-.

Hola de nuevo, Daphne- dijo con una sonrisa-.

¿Cómo...? ¿Desde cuándo...? ¿Pero qué...?- decía yo sin encontrar palabras-.

¿Piensas terminar alguna pregunta?- dijo ella sin perder su sonrisa-. Todo el mundo sabe que eres huérfana porque todo-

El mundo me conoce- dije terminando su frase-.

Eh, ¿quién se me ha adelantado?- preguntó frunciendo el ceño-. Bueno, pues si ya sabes la verdad... Me ahorro el discurso...-.

Me lo explicó... Un... Amigo- dije cabizbaja-.

En fin- dijo. Se ve que no me había escuchado-. Vengo a proponerte algo-.

¿El qué?- pregunté-.

Que recuperes lo que te pertenece- dijo ella con aire de superior-.

Y... ¿qué me pertenece?- pregunté confusa-.

Mmm... Mejor te lo digo esta noche- dijo Raquel pensativa-. ¡Ah, casi se me olvida! ¿Preparada para salir de viaje, Daphne?-.

¿De... Viaje?- dije. Esta chica cada vez decía cosas más raras-.

¿No pensarás dejarte al mercer de la gente, verdad?- me preguntó ella-.

¿Te han dicho alguna vez que no te explicas bien?- dije con las palmas de las manos hacia arriba-.

Ven, acércate- dijo Raquel atrayéndome con la mano- pero ponte detrás del árbol este para que la cámara de vigilancia no nos vea-.

Ella desde detrás de la reja y yo desde detrás del árbol. Raquel estubo tres minutos susurrándome al oido. Después de eso nos despedimos y yo volví a mi habitación a prepararlo todo. El problema era lo de mi historial. Creo que Raquel había puesto sus espectativas demasiado lejos...