En Camino

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-Vamos Malaika dame el mapa-le pidió, todo el camino se la había pasado "dirigiendo" pero se notaba que estaba algo perdida y no lo quería admitir.

-Se lo que hago Evan-dijo mientras seguía caminando.

-Si li qui higi Ivin- tal vez no lo dije tan bajo por qué en ese momento ella me golpeó el hombro-oye tranquila solo era un chiste.

-Tus chistes son muy buenos deberías de ser comediante-dijo sarcásticamente.

-Con un público como tu mi carrera sería muy corta- le sonrió divertido.

-Tal vez.

Se detuvo tan repentinamente que casi choque con ella, delante nuestro había un cruce de dos caminos miró el mapa al igual que yo y note como sus delgados dedos de piel blanca señalaban y recorrían el camino de la derecha el cual terminaba dando al bosque, mi primer idea fue señalar el otro camino pero mi cuerpo decidió que era mejor tomar la mano de ella y enseñarle el camino correcto, en cuanto toque su piel sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y mi sangre se heló, esto fue solo por un segundo por que ella retiro su mano abrazándola con la otra dejando caer el mapa.

-Perdón, no debí hacer eso- algo confundido me agache a recoger el mapa y añadí- solo quería indicarte que el camino de la izquierda era el correcto, por el bosque tardaríamos más tiempo en llegar, es mejor seguir el sendero que usan los soldados.

-No quiero ver a más personas por el camino-dijo mirando hacia el bosque- pensé que sería una opción mejor si...

-¿Si...?

-Bueno estuve encerrada un buen tiempo por si no lo sabias y me gustaría ver más cosas, solo es eso- suspiro.

Me pareció ver en sus ojos una tristeza profunda y lo que parecía miedo sentimientos que se desvanecieron en cuanto volteo volviendo a su misma indiferencia de siempre.

-Tienes razón y conozco bien el camino para llegar por el bosque podemos seguir-sonreí de forma amable para ver si lograba ver en ella una emoción aflorar como antes pero solo continuó la marcha sin decir nada más.

Continuar por este camino me hacia extrañar mi infancia por que es la mejor ruta para llegar a la casa del abuelo, nunca fue tan transitada solo dos personas hacían ese recorrido de forma continua  y algunas personas lo recorrían para recolectar frutos o raíces. El camino ahora se veía con mucha maleza y en algunos lugares solo había espacio para que pasara una persona.

Cuando era niño me gustaba salir mucho a explorar, trepar los árboles, buscar raíces, recolectar frutos e ir al sendero donde los soldados pasaban siempre, los admiraba tanto y ahora soy uno de ellos pienso que tal vez podría ser uno de los mejores.

Después de caminar un rato en silencio me comencé a sentir algo extraño por lo que quise comenzar una conversación pero no sabía cómo, los árboles me otorgaban la confianza de mi niñez pero ella por otro lado me hacía sentir pequeño y torpe, su belleza te hipnotizaba pero su inteligencia te abofeteaba una combinación tal vez cómica e inesperada. A lo largo de mi vida he hablado con unas cuantas chicas colegas y amigas de amigos pero siempre era un tercero al cual no notaban mucho así que no se como dirigirme a ellas mucho menos a Malaika que la tengo a tan cerca.

-Abuelo un consejo en este momento no estaría tan mal- tal vez el abuelo se reiría de mi por tener nervios de hablar con una chica y no de ir a una aventura peligrosa.

-Dijiste algo Evan-dijo Malaika sin detenerse iba unos dos metros delante de mi.

Debo dejar de pensar en voz alta.

-No nada, solo quería recordar por dónde estaban las bayas- bien, no escucho nada.

-¿Qué es una baya? - redujo su paso hasta quedar a mi lado, ahora si tendría una conversación y sobre una fruta.

-¿Nunca has comido bayas?- ella negó con la cabeza- asombroso pensé que todos las conocían, pues una baya es un fruto pequeño y redondo con un sabor dulce las encuentras en arbustos pero debes de tener cuidado ya que algunas son venenosas.

-¿Estamos cerca de las bayas?- su rostro tenia cierta curiosidad parecida a la de un niño pequeño, me pregunto que tanto conocerá ella.

-Si es que mi memoria no falla falta poco para llegar a donde crecen.

-Bien entonces apresura el paso- comenzó alejarse- eres un soldado muy lento- dijo y comenzó a correr.

-Te mostrare quien es lento- una sonrisa se formo en sus labios le dio un poco de ventaja y luego echó a correr.

Reina De Dos CoronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora